La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entregó hoy los restos de Luis Vega González, un joven de 18 años nacido en Noceda del Bierzo, que fue asesinado, junto a otro identidad desconocida, en Cospedal de Babia (León) en septiembre de 1936. Su hermana Genoveva, de 90 años, ha podido depositarlos en un panteón familiar después de 86 años.
Según la familia y varios testimonios, siempre fue conocida la historia de esta fosa común que albergaba los restos de dos segadores bercianos, que fueron asesinados por los falangistas, una vez tomada la zona de San Emiliano. Aunque algunas personas aseguraron, según informa Ical, que podían estar participando en un intento por cruzar hacia la zona republicana en Asturias, desde San Emiliano, y fueron interceptados, asesinados y sus cuerpos ocultados en esa fosa común.
Los restos fueron exhumados por la ARMH hace un año en el paraje conocido como Entrerríos, en Cospedal de Babia. Las labores de exhumación fueron dirigidas por el arqueólogo Serxio Castro. Los restos aparecieron con evidentes signos de violencia, algo que fue notificado en el cuartel de la guardia civil de Villablino, que archivó la denuncia en ese mismo instante.
Esta mañana, en un sencillo acto con familiares, amigos y los voluntarios del ARMH, los restos fueron de Luis González fueron entregados a su hermana Genoveva, de 90 años de edad.
Del otro joven enterrado con él todavía se desconoce su filiación, aunque el ARMH tiene alguna pista y está trabajando sobre ella para darle una identidad y devolverlo a su localidad de origen. La ARMH inicia el próximo lunes la búsqueda de otra fosa común en la localidad asturiana de Piloña.