El juicio para saber qué ocurrió en la mina de Pozo Emilio del Valle el 28 de octubre de 2013, donde fallecieron seis mineros, ha vivido hoy su segunda sesión de declaraciones de acusados con la presencia del director general de la Hullera Vasco Leonesa, Mario Calvo Herce. Un testimonio clave el que se ha vivido en esta mañana en el juzgado leonés. Como era de esperar, ha afirmado que al accidente con el grisú fue un “fenómeno impredecible e imprevisible” y que todos los informes decían que la situación de la mina era “correcta” y aprobada por la autoridad minera.
Calvo Herce ha reconocido de manera contundente, sin titubear, a las preguntas del fiscal que en ningún momento se plantaron parar la explotación o hacer alguna modificación tras los problemas vividos días antes, porque "no estaba ocurriendo nada fuera de la normalidad en la explotación de una mina de esta categoría”. Entonces, ¿qué ocurrió? En su opinión, y según la “multitud de informes presentados, de directores facultativos y de catedráticos de mina, todo indica que fue un desprendimiento instantáneo de metano, y es más el perito judicial dice que es un hecho impredecible e imprevisible. La única forma de evitarlo hubiera sido cerrar la mina”.
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Sin embargo, nunca se pensó parar la situación porque los valores son algo “normal en una mina grisuosa porque el carbón tiene gas” y cuando esto ocurría había unas directrices de qué hacer, ya que el metano llegó al 2% en alguna ocasión en los días previos. “El recurso preventivo estaba claro”, ha matizado. Como dato, ha recordado que el viernes antes del accidente se celebró una reunión con todos los directores facultativos con representantes de la seguridad y que en ninguna de las actas hay "incidencias de nada", al igual que el informe de la Junta de lo ocurrido el día del accidente refleja que "la actuación de la seguridad fue absolutamente impecable". Además ha señalado que el delegado minero que puede informar de posibles anomalías: “Nunca dijo nada” por lo tanto "no tengo duda. Actuaron correctísimamente".
Organización de la empresa
También se le ha cuestionado sobre la seguridad y la organización de la empresa, donde ha asegurado que “en el plan de labores se actualiza toda la estructura de seguridad”. Cuando el fiscal le ha preguntado por la “desorganización” de la que habla el perito en su informe, lo ha negado. Calvo ha detallado la estructura de seguridad de la HVL, donde en lo más alto se encuentra el departamento de seguridad, que vela por el cumplimiento de las medidas de seguridad y se encarga de la monitorización de la mina.
Sobre el despido de dos ingenieros meses antes, ha aclarado que la decisión fue tomada por una “insubordinación de estas personas al director facultativo”, ya que se produjo un incendio en una mina a cinco kilómetros de la del accidente y el director facultativo José Luis Rodríguez exigió que se llevasen a cabo unas medidas y la colocación de medidores, algo a lo que se negaron y por eso fueron despedidos.
Asimismo, en el turno de su abogado, se ha presentado un informe que recoge las visitas del director de Minas donde quedan reflejados los cumplimientos o incumplimientos de seguridad de la mina. El abogado ha descatado que “todo es correcto en materia de seguridad” y que el día del accidente todos los trabajadores tenían su rescatador y el vigilante también tenía el metanómetro. La búsqueda de estos documentos de los informes de seguridad ha provocado la ralentización de la declaración.
Así vivió el accidente
Además, ha relatado cómo vivió aquel fatídico día del accidente. “Estaba en mi despacho en las oficinas de Santa Lucía. El director de proyectos entró en mi despacho y me dijo que algo estaba pasando porque los metanómetros del pozo Emilio se estaban saturando. Yo llamo por teléfono y nadie me contesta y me acerco. Yo avisé la responsable de la sección de Minas y al presidente de la Hullera Vasco Leonesa. Una vez allí me dediqué a las personas que iban llegado, intentando ayudar en lo que podía”. Además, ha asegurado que el presidente de la empresa se quedó en León porque iba a venir el ministro de Industria y tuvo que quedarse a recibirlo.
También declaró José Eliseo Solís Álvarez que en aquella época era Ingeniero Jefe Interior del Pozo Emilio, y lo hizo con unas declaraciones similares a las de Calvo Herce.