Este lunes se ha iniciado el juicio por el incendio forestal en la comarca leonesa de La Cabrera, donde casi 10.000 hectáreas fueron calcinadas y hubo que desalojar varios núcleos poblacionales en agosto de 2017. El acusado por provocar el fuego ha negado los hechos y la Guardia Civil ha remarcado que había una especie de pacto entre algunos vecinos para encubrir al presunto autor, algo que confirmaron al intervenir algunos teléfonos.
De la misma forma, el Instituto Armado ha corroborado que, gracias a diferentes pinchazos telefónicos, le pusieron sobre la pista del principal acusado de provocar el incendio forestal.
La Fiscalía solicita cinco años y medio de cárcel y 6.000 euros de multa. Durante su declaración, el imputado ha admitido que ese 21 de agosto estuvo en la zona en la que se originó el fuego, según esclarece la investigación posterior, a las afueras del municipio de Losadilla, según informa EFE.
No obstante, ha negado su participación y, según su declaración se habría dirigido al lugar a coger lombrices para usarlas con posterioridad para pescar, así como unas varas de avellano que quería usar para un huerto.
De la misma forma, según sus palabras, cuando estaba regresando del lugar se encontró con distintos vecinos y se dirigió directamente a su casa, donde depositó las varas que había cogido para seguidamente volver a salir.
Fue en ese momento cuando se percató del humo que ya provocaba el incipiente incendio que con el paso de los días adquirió grandes dimensiones, llegando a nivel dos de riesgo, en una escala de 0 a 3, puesto que fue necesario desalojar a varios vecinos.
El presunto autor ha admitido ser cazador y que fuma alrededor de dos paquetes de cigarrillos diarios, por lo que siempre lleva un mechero, aunque ha subrayado que no fue el causante del fuego y ha añadido que cuando tira un cigarro en el campo lo pisa hasta asegurarse de que está bien apagado para evitar, precisamente, este tipo de incidentes.
Asimismo, ha admitido que en 2010 ya fue investigado por hechos similares y ha comparecido ante el tribunal de los agentes de Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil que realizaron la investigación para esclarecer las causas del incendio, que han puntualizado sin ningún género de duda que comprobaron que había sido intencionado.
Los avisos de los anónimos que denunciaron al acusado como autor de las llamas indicaron que fue por "intereses cinegéticos". Además, incluso en una manifestación que se realizó en la zona para protestar por los hechos se exhibió una pancarta que ponía "no más jaimitadas", en referencia al imputado cuyo nombre de pila es Jaime.
El presunto autor ha explicado al tribunal que desconoce las razones por las que ha sido denunciado y ha aclarado que, de manera general, tiene buenas relaciones con sus vecinos.