Candín ya no será Candín y será Valle de Ancares. Así lo ha aprobado por unanimidad el Consejo Comarcal del Bierzo, que pone fin a una ardua batalla entre parte de la provincia gallega de Lugo y el municipio berciano, que venía dando pasos ya desde hace varios años para cambiar su denominación y recuperar el nombre original del pueblo, perdido durante el siglo XIX.
Candín pertenece a la tradicional comarca del Valle de Ancares, dentro ahora de la órbita administrativa del Bierzo. Poco más de dos centenares de personas habitan este lugar que anhelaba recuperar su pasado y que tras tres años de vaivenes administrativos ahora parece ver la luz al final del túnel. Su rica naturaleza lo enmarca dentro de la Reserva de la Bioesfera de los Ancares Leoneses, reconocidos como tal por la UNESCO desde el año 2006.
La aprobación por parte del Consejo Comarcal de Bierzo finalizó con un "sonoro aplauso", según han destacado en sus cuentas oficiales de redes sociales, este pasado martes, 28 de marzo. Y es que Candín, ahora Valle de Ancares, venía peleando por recuperar el nombre original de Ancares que daba vida en sus orígenes al municipio. Los vecinos y el Consistorio comenzaron desde entonces una lucha para recuperar lo que consideran es suyo y que otras zonas limítrofes y no tan limítrofes se quedaron para sacar rédito económico.
"Ancares es una cosa que suena en todas partes, pero prácticamente nadie sabe dónde está"
El alcalde, José Antonio Álvarez Cachón, señala en una conversación con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León que este hito supone "un reconocimiento y el mantener nuestro patrimonio y nuestros valores". "Ancares es una cosa que suena en todas partes, pero prácticamente nadie sabe dónde está. Queremos mantener nuestras raíces, nuestra historia y nuestro patrimonio inmaterial", subraya orgulloso.
Esta reivindicación histórica enfrentó incluso al Ayuntamiento del municipio berciano y a la Diputación de Lugo hace ya un par de años. Los gallegos pusieron a funcionar toda su maquinaria para presentar una serie de alegaciones con el objetivo de evitar que Candín se quedase con la denominación de Ancares (Os Ancares al otro lado de la frontera de la Comunidad).
Incluso llegaron a proponer una solución que fue posteriormente rechazada por el Consistorio y que consistía en incluir a su ya antiguo nombre, Candín, la alusión de pertenencia a los Ancares (Candín de Ancares). La institución provincial consideraba que el hecho de apropiarse de este topónimo lesionada gravemente los intereses de la provincia de Lugo. La Xunta y otros municipios de la comunidad limítrofe también trataron de evitar la apropiación del nombre a este pequeño municipio berciano.
Sin embargo, desde el municipio berciano siempre defendieron que el epicentro real de los Ancares en la situación geográfica se encontraba en su municipio, por lo que debería ser este quien presumiese de denominación. Igualmente, alegaron que el móvil de la parte gallega se debía a intereses turísticos y nada más allá.
Gran parte de estas alegaciones fueron aún así respondidas, pudiendo incluso rechazarlas directamente, según admite el regidor. "Hicimos un informe a algunas de ellas y las tramitamos a las distintas administraciones habían presentado las alegaciones", recuerda Álvarez Cachón.
Precisamente, por Candín corren las aguas del río Ancares, regando la orilla de este pueblo que busca recuperar una deuda histórica con sus vecinos y antepasados.
La batalla etimológica además no se centró únicamente desde el Ayuntamiento, sino que también el Conceyu País Llionés también llegó solicitar dicho cambio a través de una recogida de firmas, ya que se trataba del "depositario y usuario histórico de este corónimo".
Para sustentar toda su justificación, el Ayuntamiento de Candín ha contado con los informes históricos de la Universidad de Oviedo y de la de León, además de uno de la Real Chancillería de Valladolid, que demuestra que Ancares ha sido "una administración previa a la constitución de los ayuntamientos". "Toda la documentación que hemos sacado evidencia que hasta hace prácticamente 50 o 60 años no hay restos de Ancares en Lugo. Hemos probado la existencia de Ancares desde hace muchos años. Nos remontamos a 1.500 e incluso épocas anteriores", afirma con rotundidad el alcalde.
Algunos datos de referencia que pretenden refutar toda su teoría histórica se ejemplifican en el censo poblacional de 1591, que recoge el Instituto Nacional de Estadística y hace mención al Valle de Ancares, y que han aportado en el expediente que se inició ya con la apertura del procedimiento.
"Hay que estar expectantes durante un tiempo prudente por si llega algún recurso"
Tras la aprobación unánime en el pleno del Consejo Comarcal del Bierzo, ahora solo queda pendiente que se acaben agotando los plazos para la presentación de un recurso contencioso-administrativo. Unos plazos que podrían extenderse dos meses desde la fecha de ayer, pero que aún así cabe que alguno de los recursos se llegue a tramitar en tiempo y forma y llegue más tarde. "Hay que estar expectantes durante un tiempo prudente", reconoce el regidor del pueblo.
Si finalmente el proceso acaba culminándose, a expensas únicamente de esperar los recursos contenciosos-administrativos que puedan presentarse desde el lado gallego, Álvarez Chacón reconoce que sería "complicado" que la denominación Ancares pasase a ser una denominación exclusiva suya. "Ha habido mucha dejadez en este asunto. Ellos (Lugo) han constituido reservas de la bioesfera, de caza y muchas entidades. Desde aquí nunca nadie les ha puesto muchas pegas. Entonces han ido creando infraestructuras en torno al nombre de Ancares que ahora impedir su utilización probablemente sea complicado", admite.