El Juzgado de lo Social número 3 de León ha dictado una sentencia en la que reconoce la nulidad del despido de un camarero que trabajaba en un restaurante de la capital, ocurrido cuando la dueña se enteró de que era gitano e impone una indemnización nde 7.501 euros a la víctima.
Después de que el camarero atendiese a unos clientes gitanos a los que conocía de vista la jefa le preguntó si era gitano y le reprochó que no se lo hubiese comunicado al ser contratado, “porque quería saber quién trabajaba en su empresa”.
Desde entonces, el trato con el camarero cambió y le hacía comentarios como “tienes que leer más y aplicarte en los estudios, en vez de sentarte con primos a tomar litronas y tocar guitarras”.
En una ocasión, había un grupo de hombres gitanos en el restaurante tomando algo y la jefa le dijo al camarero, literalmente: “¿Ves por qué no quiero gitanos trabajando aquí? antes venían de vez en cuando y ahora a menudo y eso no es bueno para el negocio”. Uno de los chicos presentes escuchó ese comentario y fue citado a testificar en el juicio.
Unos días después, la jefa citó al camarero, Pedro, en la puerta de un conocido centro comercial y de manera verbal le indicó que ya no le necesitaba más y que no contaría con él, sin darle más explicaciones sobre los motivos de su despido. Fue entonces cuando Pedro acudió a la Fundación Secretariado Gitano, donde fue atendido por la técnica de igualdad especializada en lucha contra la discriminación, Selene de la Fuente García, que ante los indicios fundamentados de despido por un móvil antigitano, le animó a Pedro a presentar una papeleta de conciliación al Servicio de Mediación y Arbitraje de León y posteriormente a solicitar abogado de oficio, para interponer la correspondiente demanda.
En 17 de mayo se celebró el juicio, en el que Selene de la Fuente fue citada a declarar como testigo y jurista experta en casos de discriminación y ‘antigitanismo’. Selene reconoce que “esta sentencia es un buen precedente para los casos tan habituales de discriminación en el empleo por motivos ‘antigitanos’, que sufren muchas personas gitanas y que son vulneraciones graves de derechos, al limitar o impedir a las personas mejorar sus condiciones de vida”. Selene de la Fuente considera, en definitiva, que “sentencias como estas son fundamentales para que haya justicia y una reparación adecuada a las víctimas”.
La Fundación Secretariado Gitano espera que este caso sirva para animar a más víctimas a denunciar cuando sufran discriminación racial o étnica en el empleo o en cualquier ámbito, llamando al número 021 activado en el día de ayer para acceder al Servicio de Asistencia a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (Cedre), órgano adscrito al Ministerio de Igualdad, y que es prestado por la FSG junto con otras siete entidades referentes en la lucha contra todas las formas de racismo.