Unicaja Banco tendrá que indemnizar con casi 100.000 euros a la familia de una trabajadora de León que se suicidó por presión laboral en el mes de junio de 2016. Así lo ha decidido el Juzgado de lo Social número 2 de la capital leonesa que ha dado por probada esa situación de "presión laboral o acoso" en el puesto de trabajo de la empleada, en una sentencia a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León.
La sentencia considera que la relación de causa efecto entre esa presión en el trabajo y el suicidio es "clara e indubitativa" remarca que la empresa, Unicaja Banco, debe "responder por las indemnizaciones" que proceden del fallecimiento de la empleada. Un auto judicial que llega tres años después de que decayese la vía penal impulsada por la familia de la fallecida, tras considerarse que no era pertinente la condena penal pero si la sanción disciplinaria. En mayo de 2022, finalmente, se inició la demanda civil contra la empresa.
En la sentencia se asegura que la fallecida recibió un "hostigamiento reiterado" por parte de dos de sus superiores, que se dirigían a ella con términos "imperativos" y "a voces" y que esa situación condujo a la fallecida a un deterioro físico "brutal" y, finalmente, a su suicidio. Los jefes, según recoge la sentencia, llegaron a pronunciar frases hacia ella como "que no te enteras, no puedes con esto" o "nos vamos a cargar a esta, la vamos a quitar de ahí, es una inútil, a ver si la largamos".
La empleada necesitó tratamiento psicológico por ansiedad cuando llevaba solo un mes en su puesto de trabajo y llegó a orinarse encima por una bronca del jefe, que en el último mes previo a su suicidio eran "constantes". "Las conductas de hostigamiento personal y maltratos verbales y psicológicos se sucedieron de manera continua, llegándola a excluir incluso de ir a tomar café con el resto de los compañeros", recoge la sentencia.
El 3 de junio de 2016 la mujer sufrió una gran presión cuando le pidieron datos que no podía llegar a obtener y que debía presentar en una reunión del 6 de junio a primera hora de la mañana, en el que fue el día de su fallecimiento. El juez ha valorado que, ante el reconocimiento de los testigos de como funcionaba el departamento, el banco "sabía perfectamente" como era la actuación del superior pero "le convenía hacer la vista gorda y hacer como que no se enteraba" ante el acoso.
Un clima laboral "disfuncional"
La autopsia psicológica que llevó a cabo la sección de análisis de la conducta de la Unidad Central de Inteligencia Criminal de la Policía concluyó que la situación laboral de la trabajadora afectó "de forma fundamental" a su decisión de suicidarse, describe un "clima laboral disfuncional" y recopiló una serie de testimonios que recogían la veracidad de la ansiedad laboral de la trabajadora.
En la denuncia penal sobreseída, la familia de la víctima actuó también contra los dos superiores de la mujer fallecida, que no se incluyeron en esta demanda civil aunque existía la opción de hacerlo. El jefe del departamento continuó en el mismo puesto de trabajo hasta su jubilación el año pasado y su número dos sigue desempeñando su trabajo en la entidad financiera, donde ha llegado a ser, además, representante sindical. La sentencia ha sido recurrida por Unicaja Banco ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), por lo que aún no es firme.