Estas son las curiosas expresiones de León que solo entienden los leoneses
Su particular acento no es lo único que llama la atención de los forasteros. También algunas palabras que utilizan al hablar y que para muchos resultan indescifrables
5 noviembre, 2023 07:00León es una de esas ciudades que cada año atrae a miles de turistas por su belleza arquitectónica, su cultura, sus tradiciones, su gastronomía, pero también por su gente.
Si por algo se caracterizan los leoneses es por su particular acento. Por lo general, ellos no son conscientes de ello, pero lo cierto es que mucha gente piensa que los de León hablan cantando.
Además, a la hora de mantener una conversación informal emplean ciertas expresiones y palabras que les han llevado a conformar un lenguaje propio que, en ocasiones, se aleja mucho del castellano puro y duro por estar lleno de localismos que, pese a ser parte de su día a día, resultan desconocidos para la gran mayoría de los turistas.
Una de las expresiones más típicas de León hace referencia a algo que les gusta mucho. Cuando ellos quieren decir que les gusta, por ejemplo, una chaqueta, en lugar de decir "me gusta esta chaqueta" dicen "me presta esta chaqueta", cuando para cualquier español prestar significa dejar.
Los leoneses no van a los bares, van de cortos, una expresión que alude a un corto de cerveza, lo equivalente a una caña. Tampoco se hacen daño, se mancan; ni les apetece hacer algo, sino que les peta, por ejemplo, salir a dar una vuelta.
Utilizan la palabra arrea para decirte que te vayas, si se hacen daño al caerse es que se han pegado una buena lomada, cuando alguien gesticula mucho es que hace muchos esparavanes (aspavientos), y si no para quieto es que tiene azogue.
Los de León trancan las puertas en lugar de cerrarlas, se espurren en vez de estirarse, cuando están tristes están amurniados, y a los niños no les mandan a dormir, les mandan a cochar.
Además, cuando ven que a alguien no le interesa lo que le están contando y cambia de conversación, le dicen "no me vengas con socalindas", alguien tonto es alguien modorro y si estás hecho un Adán es que vas desaliñado.
En vez de empachados están embutidos, si les duele la tripa, les duele el torzón, si les vendan un pie se lo encañan y si les ha salido una ampolla recurren a la palabra boja.
Las manos no se les quedan entumecidas, sino anganidas; cuando hace mucho viento es que bufa y si nieva mucho nieva a esgalla.
Para ellos las piedras son cantos, los sacos son fardeles, los olmos negrillos, las garrapatas cachiparras, la ceniza cernada y la herencia la hijuela. Y ojo, que no son cotillas, en todo caso un poco cuzos.
No cabe duda de que los leoneses son personas de costumbres y tradiciones, y una de las más destacadas en la ciudad es la Semana Santa. Cuando por estas fechas dicen que van a matar judíos, lo que realmente quieren decir es que van a tomar limonadas; cuando dicen que alguien es un papón, significa que es cofrade o nazareno en León; y para ellos no existe el Jueves Santo, sino San Genarín.
Estas son solo algunas de las palabras más características de los leoneses, algunas de ellas también empleadas por los asturianos. Pero hay muchas más, así que si quieres conocerlas todas, nada mejor que viajar a León y relacionarte unos cuantos días con leoneses de pura cepa.
Ya lo sabes, no bastará con visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad, sino que si lo que buscas realmente es empaparte de la cultura leonesa, deberás pararte a conocer también el particular lenguaje que sus habitantes emplean.
Eso sí, como vean que su ciudad no te agrada demasiado, lo primero que te van a decir es: "Si no te gusta León, ahí tienes la estación", una expresión popular que hace referencia al brazo levantado de la estatua de Guzmán el Bueno, situado en la plaza homónima de la capital, y que señala hacia las estaciones de autobuses y trenes.