La Semana Santa es uno de los momentos más especiales del año. Las calles se llenan de vida, cultura, pasión y mucha devoción. El olor a incienso impregna los rincones y los más pequeños empiezan a sentir el fervor de estos días. Lo cierto es que es un sentimiento que consigue unir a todos los ciudadanos y, lo más preciado, es que cada lugar consigue mantener sus centenarias tradiciones.
Quizá uno de los sitios más característicos para acudir durante esta semana es Astorga, una pequeña ciudad leonesa que supera los 10.000 habitantes y se ubica a unos 50 kilómetros de la capital.
Se trata de una de las zonas más turísticas de la Comunidad y no es de extrañar por su rica gastronomía, patrimonio e historia. Pero en estas fechas la población se triplica para poder sentir, junto a los habitantes, la pasión de sus pasos. Y es que no es de extrañar porque aquí no faltan las tradiciones. El concejal de Protocolo, Ángel Iglesias, recuerda en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León que, entre muchos otros acontecimientos, este año celebran el 350 aniversario de la real cofradía del nazareno, que se fundó el 28 de enero de 1674.
“Tenemos una Semana Santa que viene de la época medieval y donde más de la mitad de la población -unas 6.000 personas- son cofrades. Lo que refleja la importancia que tiene en la ciudad”, afirma. Una Semana Santa con “mucha devoción, respeto” y, sobre todo, “silencio”. Este último aspecto es algo que tiende a llamar mucho la atención de los turistas, dado que se esperan unas procesiones movidas por el ruido, como ocurre en otros puntos del país.
Aquí, por el contrario, “no hay tanto alboroto” y suelen ser más calmadas y tranquilas, dejando aflorar el sentimiento. Otro de los aspectos de los que pueden presumir es de tener una de las cofradías más antiguas del país, datada del siglo XV. Pero no solo eso, sino que lo que realmente cautiva a los visitantes es la cantidad de pasos que saca una misma cofradía. Iglesias pone el ejemplo de Jesús de Nazareno que cuenta con 13 pasos, una estampa que no suele ser habitual ya que, por norma general, procesionan dos. “Necesitamos 550 braceros para sacarlos. Es muy especial y conseguimos representar toda la pasión”, subraya.
Una realidad “complicada de mantener” en una ciudad tan pequeña, pero donde nunca han dejado de luchar por preservar aquello que les hace muy diferentes. Y es que como el propio concejal relata, pasear por las calles de Astorga en Semana Santa es “como si te adentrases en un Jerusalén en pequeño por la cantidad de monumentos que hay y sus calles angostas, pequeñas, vistas de noche”.
Con todo ello no sorprende que haya sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y en busca del reconocimiento internacional. Uno de los actos más icónicos que tienen es el de la carrera de San Juan. Un momento en el que se ve a San Juan correr 100 metros para anunciar a la Virgen Dolorosa que Jesús Nazareno viene camino del calvario. “Justo ahí se rompe el silencio y todo el mundo comienza a aplaudir”, relata. Una imagen única que, posteriormente, han ido clonando en otros lugares del país.
Una Semana Santa que dura “todo el año”. Y es que según finaliza el Domingo de Resurrección ya están pensando en prepararlo todo para el próximo. Ahora tienen todas las esperanzas puestas en que no llueve. Aunque tienen claro que, si eso sucede, no salen: “Lo principal es conservar nuestro patrimonio, que es el legado de nuestros antepasados y el que tenemos que dejar a nuestros descendientes. Eso es sagrado, no jugamos con ello. No significa que no hagamos el trabajo igual. Los cofrades merecen que los pasos estén como tienen que estar”.
Devoción transmitida de padres a hijos
Desde el Ayuntamiento de Astorga piden a los ciudadanos que vayan a impregnarse del sentimiento que allí se respira. Y es que quizá pocos sepan que en esta pequeña ciudad leonesa tuvieron que resurgir de sus cenizas, como el ave Fénix. Dado que con la Guerra de la Independencia incendiaron cofradías, imágenes y se destrozó el patrimonio, quedando muchas de ellas “arrasadas”.
Lo que no falta es “pasión”, un sentimiento que se va transmitiendo de generación en generación: “Tenemos muchísima juventud involucrada. Las filas de niños son inmensas y hay muchos jóvenes sacando pasos”. Además, Iglesias también ha querido agradecer el papel de la mujer, “que participa al 100%” e, incluso, hay una cofradía formada solo por ellas.
Unos días que “llenan” tanto Astorga como la comarca en general porque nadie se quiere perder este momento, “ni siquiera en las fiestas de verano hay tanta gente”. Una ciudad “completamente abarrotada” con turistas, personas que vienen a recordar cuando sus familiares salían en alguna de las procesiones o “amigos de la infancia” que se reencuentran en estas fechas señaladas en el calendario.
De lo que no tienen ninguna duda es de que la gente que acuda “se va a sorprender” y va a conseguir ver “algo diferente que les va a atraer” porque, como sucede con todo lo bueno, el que va “siempre repite”.
Una gastronomía especial
Como no podía ser de otra forma, muchos se mueven por el paladar y el rico sabor de la gastronomía típica de la tierra. A modo de recomendación, anima a los visitantes a probar el potaje de garbanzos con bacalao. Y para beber una rica limonada que se hace con vino, limones y mucho azúcar. “Una bebida muy antigua”, asegura. Por supuesto, no pueden faltar las torrijas, tan típicas en estas fechas del año.
Tal es el nivel de gente que los restaurantes tienen que hacer varios turnos para dar comidas y cenas a todo el mundo; y los hoteles ya han colgado el cartel de completos. Tanto los de Astorga como los de zonas limítrofes.
En definitiva, unos días llenos de emociones, pasión, tradición, historia y mucha cultura. Unos días para vivir un sentimiento único en esta zona castellana y leonesa. Una Semana Santa mágica que se llena de devoción por el calor de los vecinos y por la compañía de las miles de personas que acuden cada año a acompañar a los cofrades y a sus tesoros a modo de tallas.