El Tribunal Superior de Justicia (TSJCyL) ha confirmado la condena que había sido dictada por la Audiencia Provincial de León a un berciano al que se le ha impuesto una pena de dos años y ocho meses por estafar a una anciana de 84 años.
Según explican en la sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León, el acusado estafó 15.000 euros a la mujer y le constan antecedentes penales y condenas por el mismo delito. Una de ellas, además, con una pena de prisión de tres meses.
Estos hechos se produjeron en el año 2021, cuando el estafador llamaba por teléfono en numerosas ocasiones a la anciana de 84 años, siempre sobre las 00:00 y la 01:00 horas, cuando sabía que se encontraba sola y que era una persona mayor viuda.
Según la sentencia, se aprovechó de su vulnerabilidad hablándole de su vida y necesidades para darle pena. Además, le prometía que el dinero se lo iba a devolver porque tenía que cobrar unos atrasos. En otras ocasiones, mandaba a otra persona a pedirle dinero alegando que él estaba en el hospital.
Por ello, logró que la mujer ingresara en la cuenta del condenado varias cantidades, hasta un total de 15.430 euros, de los que el estafador no ha devuelto nada.
La Audiencia Provincial de León dictó sentencia condenatoria por un delito continuado de estafa, con el agravante de reincidencia, ya que acumula hasta nueve sentencias previas por el mismo delito, ocho de ellas ya cumplidas y por tanto calificados como antecedentes cancelables. En cuanto a esta última estafa se le ha impuesto una pena de dos años y ocho meses de prisión y una indemnización por el mismo valor de la deuda contraída con la anciana.
"El engaño es suficiente y proporcional para la efectiva consumación del fin propuesto, y en este caso el acusado buscó de propósito la debilidad de la víctima y su credibilidad por encima de la media", explica la sentencia.
Por todo ello, el Alto Tribunal ha considerado que los hechos están probados y rechaza el recurso de apelación que había sido presentado por el estafador ya que este alegó que había un error en la valoración de la prueba. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha aseverado que la valoración es correcta y ratifica así la pena impuesta de dos años y ocho meses.