La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) se encuentra buscando los restos de un panadero republicano represaliado en un municipio leonés durante la guerra civil española. En concreto, los trabajos de localización y exhumación de esta víctima, asesinada en octubre de 1937, se están llevando a cabo en una fosa común situada junto al kilómetro 15.245 de la carretera LE-311, en el municipio de Garrafe de Torío.
Celestino González Bayón nació en el municipio leonés de Rioforco de Torío, hijo de Rosalía y Santiago, y residía en Pola de Gordón. Había nacido en 1873 por lo que contaba con 64 años cuando fue asesinado, en octubre de 1937. Estaba casado con María Sabugal Arias y tenían seis hijos: Gerardo, Amparo, Manuel, Josefa, Aurelia y Hortensia. Era panadero y había emigrado a Argentina a finales del siglo XIX.
Los golpistas que lo asesinaron lo acusaron de simpatías de izquierdas y fue ejecutado extrajudicialmente el 7 de octubre de 1937, aunque en su certificado de defunción, registrado cuatro años después, no figura la causa de la muerte.
Celestino fue detenido junto a su hija Josefa por tres guardias civiles y ella fue conducida a León, pero él fue visto por última vez en la estación de tren de Matallana de Torío. Según los testimonios recogidos, fue obligado a cavar su propia fosa y expoliado de sus bienes personales.
Su hija Josefa González Sabugal, de 22 años en aquel momento, fue detenida el 30 de octubre de 1937 en Matallana de Torío, y se puede desprender de este dato que la muerte de Celestino González Bayón sucediera sobre esa fecha, si atendemos a la información aportada por su familia.
Sobre el lugar de inhumación la víctima, sus descendientes han relatado a la ARMH que fue llevado a un lugar cercano a la detención, entre la localidad de Garrafe de Torío y el cruce de la carretera hacia Manzaneda de Torío, al principio de la recta, al lado izquierdo de la carretera junto a un camino y arroyo que perduran hoy día.
Años después, al hacer las obras que cambiaron el camino antiguo, debido al trazado de la actual carretera, parece ser que en esa ubicación aparecieron restos humanos. Ahora, la Asociación se encuentra trabajando para localizar y exhumar los restos de este panadero leonés asesinado por los sublevados en la guerra civil española.