Un vecino de León de 62 años de edad ha fallecido este sábado, pasadas las 13:00 horas, tras precipitarse al mar cuando trataba de hacerse un 'selfie' con la cámara de su teléfono móvil en los acantilados situados junto al banco de Loiba, en la costa de Ortigueira, según ha publicado La Voz de Galicia a partir de la información facilitada por el Servicio de Emergencias 112 de Galicia.
Sobre las 14:10 horas, el 112 de Galicia tuvo constancia del suceso al recibir una llamada de un particular. Según indicaba, una persona había caído desde un acantilado en Loiba, Ortigueira, e indicaba que no sabía dónde se encontraba la persona tras la caída, ya que no era capaz de visualizarla.
De forma inmediata, desde la sala de operaciones del 112 de Galicia se solicitó la intervención de Urgencias Sanitarias de Galicia-061, del personal de Salvamento Marítimo y del Servicio de Guardacostas, de los Bomberos del Eume, de los miembros del GES de Ortigueira, de los agentes de la Guardia Civil y de los efectivos de Protección Civil. Finalmente, los equipos de emergencia desplazados del hallazgo del cuerpo en el agua, bajo unas rocas. El rescate del mismo se llevó a cabo por el helicóptero Pesca II, de Guardacostas de Galicia.
El alcalde de Ortigueira, Valentín Calvín, ha relatado al periódico gallego que el hombre estaba solo en el banco. Cerca de él, un par de personas, una de ellas, con un perro, que fue la que vio cómo la víctima caía al vacío y la que alertó a las fuerzas de seguridad. Ese mismo testigo la había visto un poco antes haciéndose fotos cerca del banco.
El teléfono de la víctima quedó en tierra, así que la hipótesis más probable que se baraja es que estuviese de espaldas intentando hacerse una foto con el océano de fondo y que se acercase demasiado a los acantilados. Tras el suceso, la Guardia Civil cortó el acceso a los acantilados de Loiba, donde se encuentra el famoso banco. Calvín destacó que es la primera vez que ocurre un accidente mortal en esa zona tan turística.