La visita de un familiar a un preso del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, en León, no salió como ambos esperaban. Y es que un perro detector de drogas de la Guardia Civil truncó los planes que tenían.

Durante un dispositivo destinado a la identificación y registro selectivo de las personas que realizan visitas a los internos, el can localizó ocho envoltorios que contenían hachís, en el interior de un paquete dirigido a uno de los reclusos.

A raíz de las gestiones practicadas por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Armunia, se procedió a la detención del familiar remisor del envío, como supuesto autor de un delito contra la salud pública, así como se enviaron las sustancias incautadas a la Unidad de Sanidad de la Delegación del Gobierno de Castilla y León en Valladolid para su análisis y pesaje.

Esta actuación se enmarca en la colaboración y cooperación institucional existente entre la Guardia Civil e Instituciones Penitenciarias.