Conservar nuestras tradiciones es algo que tenemos muy arraigado en nuestra sociedad. Cada ciudad, cada rincón tiene algo que les hace únicos, y que aún hoy, luchan para no perder la herencia de sus antepasados. Aunque en Castilla y León hay muchas costumbres compartidas entre diversos pueblos, también descubrimos casos donde la originalidad de la fiesta la hace más exclusiva.
Que un evento sea raro, no quiere decir que sea malo, o que no vaya a atraer a más personas, todo lo contrario. Eso hace que la fiesta tenga más personalidad, algo que le da un valor especial. En esta ocasión, nos centramos en la provincia de León, una tradición característica de la provincia, sobre todo de la zona de El Bierzo.
Algunas de las localidades donde se lleva a cabo este evento son Camponaraya, Vega de Espinareda, Cacabelos, Páramo del Sil o Santa Marina del Sil, incluso ha sido declarada de Interés Turístico de Castilla y León. Tiene lugar entre el 1 y el 11 de noviembre, aproximadamente, es una forma especial de celebrar la llegada del otoño.
Una tradición cuyo origen se remonta a miles de años atrás, y aunque carece de fecha concreta, es una costumbre muy arraigada en los pueblos y sus gentes. Una fiesta que gira en torno a dos elementos: el fuego y las castañas. La palabra magosto procede de las palabras latinas Magnum Ustum, cuyo significado es Fuego Mágico.
Una hoguera donde se asan las castañas y a su alrededor, los vecinos comparten este delicioso manjar que augura la llegada del frio, acompañado de vino, sidra y orujo recién destilado tras la vendimia. Una celebración que coincide con la recogida de su protagonista estrella, la castaña.
La historia de la fiesta
Aunque no se conoce el origen exacto de esta fiesta, ya en el paleolítico se alimentaban de castañas y bellotas. Con la expansión del cultivo de castaños durante la época romana, este fruto pasó a ser la base de la alimentación de la población.
La castaña perdió su protagonismo como alimentación campesina con la llegada del maíz y la patata de América a finales del siglo XVIII. Aunque hay varias teorías sobre el origen del Magosto, tradicionalmente la fiesta se desarrollaba durante la recogida de la castaña, y servía además, como agradecimiento por la cosecha recibida.
A día de hoy, esta fiesta no ha tenido grandes cambios respecto al pasado. Los magostos están acompañados de hogueras, castañas asadas, música y más comida típica de la zona, en el caso de la provincia de León, destacan el chorizo, los bollos 'preñaos' o las empanadas.
Esta tradición no solo se festeja en la provincia leonesa, también en Zamora y Salamanca, y en otras comunidades como Galicia. Una costumbre que cada año atrae a las distintas localidades a miles de turistas que disfrutan de este delicioso manjar y del ambiente que rodea esta celebración.