Las donaciones de médula ósea son muy complejas y cada vez más necesarias. Frecuentemente, escuchamos la importancia que tiene donar y muy pocos hacen caso de esas peticiones, pero nadie está exento de necesitarlas algún día.

La búsqueda de un donante no es una tarea sencilla. Y cabe recordar que, a diferencia de lo que muchas personas piensan, la intervención es indolora. Un gran ejemplo es José Luis Fernández, quien pudo ser donante de su hermana.

Fue hace tres años. Su hermana llevaba once luchando contra el cáncer y necesitaba una donación de médula ósea. El leonés no dudó y puso todo de su parte para poder llevarlo a cabo.

Le tuvieron que autorizar, ya que él tenía 60 años, y 55 es lo máximo. "Tuve que ir a Salamanca, me hicieron las pruebas y me dijeron que éramos compatibles y que sí se podía", recuerda el protagonista de esta historia en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

Asegura que la donación no supuso "mucho problema", únicamente el tener que desplazarse hasta otra ciudad.

"Mi hermana llevaba once años con tres cánceres. Mucha quimio y, cuando parecía que iba mejor, le apareció otra cosa rara. La tuvieron que aislar y se programó el día y la fecha para poder donarle médula ósea", explica. 

Un momento que les pilló en plena pandemia del Covid-19. Fernández recuerda que el proceso previo no fue complejo. El jueves anterior le dieron unas inyecciones que se tenía que poner "por la mañana y por la tarde". Estas son subcutáneas y sirven para generar más células madre.

Ese mismo día fue a trabajar. Aunque cierto es que al día siguiente no pudo ya que es "un poco molesto porque estás criando estas células dentro de los huesos". Un dolor que sentía, sobre todo, en la zona de los riñones.

Sin embargo, este fue el único efecto que notó. Todo lo demás fue viento en popa. De hecho, le dijeron que se preparara para el trasplante, que puede durar entre cuatro y seis horas.

Nada que ver con su caso, que fue todo un éxito, y estaba hecho en tan solo una hora y cuarto. "La verdad que fue bastante rápido. Me tumbé en la cama y casi ni me enteré. Tuve mucha potencia, di 189. Eso es una cifra muy alta, lo que agilizó todo el proceso", apostilla.

Una donación con la que consiguió dar vida a su hermana, que en aquel momento tan solo tenía 51 años y que actualmente se encuentra "como una rosa, completamente recuperada".

La importancia de donar

José Luis pide a la sociedad que se conciencie ya que es muy importante llevar a cabo estas donaciones de médula ósea. "La gente tiene que hacerlo porque todos tenemos familia y, a veces, no eres compatible con las personas que tienes más cerca", expresa.

En este sentido, pide a todo el mundo ir porque "algún día te puede pasar". Y añade que es "muy bonito prolongar una vida". Además, pese a que puedas sentir alguna punción, el cuerpo "te queda pletórico". 

Y la cabeza aún más, con la "satisfacción" de haber podido salvar vidas. "No hay efectos secundarios ni nada. Solo te hacen un análisis al año y ya", aclara.

Ahora, la donación de médula ósea funciona cada vez mejor. Existe una especie de banco de datos donde, quienes quieran donar, están registrados y, a partir de ahí, es más fácil encontrar personas para realizar trasplantes.

"Siempre habrá alguien que esté esperando y es costoso encontrar donantes compatibles. Por eso, pido a todo el mundo que se solidarice porque no cuesta nada y puedes hacer mucho bien por los demás", finaliza.