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El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, a propuesta de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha dado luz verde al proyecto regional de La Robla Green, que se construirá en La Robla (León) y que generará cerca de 100 puestos de trabajo industriales.

La inversión alcanzará los 691 millones de euros y se pondrá en marcha en el Polígono El Crispín de la citada localidad. El proyecto contempla la creación de unos 450 puestos de trabajo para los próximos tres años en las tareas de construcción de las cuatro plantas con las que estará dotado el complejo.

A estos empleos se les sumará una segunda fase de operación y mantenimiento de las plantas, con una duración de 25 años, en los que se empleará a unas 200 personas, siendo unos 110 puestos directos.

El complejo se destinará a la generación de electricidad renovable y de calor mediante biomasa agrícola, además de producir e-metanol mediante captura de H2 y CO2 renovable, dentro de un proceso con combustibles limpios, en sintonía con las normas europeas, nacionales y autonómicas contra el cambio climático y la descarbonización.

El complejo estará junto a la antigua central térmica de La Robla, cuya infraestructura fue demolida recientemente dentro del proceso de descarbonización promovido en el marco del cambio climático y la transición energética hacia un modelo dirigido a las energías renovables y neutro en emisiones de gases de efecto invernadero.

El proyecto regional contempla los contenidos para definir la ordenación urbanística completa general y detallada, donde se prevé la conexión viaria mediante un nuevo enlace a la carretera provincial LE-514 que de acceso a vehículos rodados y que incluye un vial hasta el polígono, un puente para cruzar el río Bernesga y dos rotondas.

Por otro lado, existe otro Proyecto Regional cuya tramitación se va a iniciar: Villadangos Green, en el término municipal de Villadangos del Páramo, León, que prevé la construcción de una planta industrial para la fabricación de e-metanol e hidrógeno verde en el citado municipio.

Esta planta se conectará con el complejo de La Robla a través de un ceoducto, es decir, una canalización de transporte de dióxido de carbono (CO2), así como una tubería de hidrógeno (H2).

De esta forma se crea un gran complejo de ámbito territorial y carácter supramunicipal mediante la interacción de ambas instalaciones creando una sólida estructuración del territorio desde una perspectiva industrial y energética.