Los meses de otoño son el momento ideal para estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de una escapada que nos permita desconectar del ajetreo de la rutina diaria en la ciudad. Los colores ocres, rojizos y anaranjados que caracterizan a esta estación del año permiten disfrutar de una experiencia incomparable.
Después del calor del verano, el otoño trae temperaturas más suaves y frescas, pero sin llegar al frío intenso del invierno, lo que permite realizar actividades al aire libre como rutas de senderismo, paseos en bicicleta o visitas a parques naturales, bosques y montañas.
Por eso, hoy te recomendamos un precioso pueblo en un marco natural incomparable ubicado en la provincia de León, que es ideal para hacer una escapada en otoño y disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer: el municipio de Peñalba de Santiago.
Se trata de una pequeña localidad situada en el conocido como Valle del Silencio, que es famosa por sus calles empedradas, sus casas de piedra y sus tejados de pizarra, además de encontrarse rodeada de un entorno natural impresionante.
Su mayor joya arquitectónica es la iglesia mozárabe de Santiago, que data del siglo X y es uno de los ejemplos más destacados del arte mozárabe en España.
Una historia milenaria
Peñalba de Santiago cuenta con tan solo 15 habitantes según los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2021 pero entre sus aceras y recovecos ha habitado población desde hace más de 1.000 años, ya que la iglesia de Santiago se erigió nada menos que en el año 937.
Se encuentra en un territorio que en su origen fue habitado por ermitaños que buscaban retiro y que construyeron monasterios, cenobios y ermitas.
Entre esos ermitaños, destacó Fructuoso, obispo de Braga, un noble godo que encontró retiro en una cueva cercana a la actual ubicación de Peñalba de Santiago en el siglo VII.
A Fructuoso le siguieron otros ermitaños y la comarca de El Bierzo comenzó a poblarse de ellos, que erigieron monasterios como el de San Pedro de Montes o el de Compludo.
En el siglo IX, en plena Reconquista tras la invasión musulmana de la Península, el obispo Genadio de Astorga promovió la repoblación de la zona y restauró San Pedro de Montes además de fundar el monasterio de Santiago de Peñalba, del que hasta nuestros días solo ha llegado la iglesia que se conserva en el municipio.
El templo es, por tanto, testimonio del origen del cristianismo en España y testigo de los inicios de la Reconquista.
El Valle del Silencio
El municipio de Peñalba de Santiago se encuentra rodeado por el espectacular Valle del Silencio, un valle de montaña rodeado de picos que llegan a los 2.000 metros de altitud y que debe su nombre a ese origen vinculado al retiro de ermitaños.
La paz que se respira en el entorno es difícil de describir con palabras y contemplar las montañas permite viajar mentalmente al pasado más de un milenio.
Situado a los pies de Pico Tuerto, con 2.051 metros de altitud, y la Aquiana, con 1.846, en plenos montes Aquilianos, el Valle del Silencio forma parte de la cuenca del río Oza, conocida como valle del Oza o Valdueza, por medio de uno de sus afluentes, el arroyo de Silencio.
El terreno es silúrico en su mayor parte y la composición de las rocas calizo-marmórea.
En una pared de la montaña, situada en el lado oeste de la entrada del valle, se pueden visitar varias cuevas naturales.
Una de ellas es la conocida como Cueva de San Genadio en la cual el ermitaño obispo pasó largas horas meditando durante su retiro en el siglo X y que puede visitarse siguiendo una ruta de senderismo que parte desde el municipio de Santiago de Peñalba hasta el valle.
Las casas
Una de las principales características de Peñalba de Santiago es su arquitectura popular, muy habitual en las aldeas de la montaña de El Bierzo y también en la comarca vecina de la Cabrera.
Sus viviendas son construcciones caracterizadas por los tejados de pizarra, los muros de piedra caliza-mármol, los corredores en voladizo, que muchas veces cuentan con acceso a través de escalera exterior, una cuadra para ganado y caballerizas, además de bodega en el piso inferior.
También suele haber hornos ubicados en un extremo del edificio con forma redondeada al exterior, lo que da a las viviendas una apariencia que evoca a los milenarios castros.
La planta de los edificios de esta arquitectura popular berciana tan característica de Peñalba de Santiago suele ser cuadrada, contando con esquinas redondeadas al exterior. El núcleo urbano, que se encuentra muy compacto en torno a la iglesia, cuenta con diferentes épocas constructivas que van desde los
Santiago de Peñalba
La iglesia de Santiago de Peñalba es el centro neurálgico del pueblo y la que dio origen a la población del mismo y se trata de una auténtica joya del arte mozárabe prerrománico cuya construcción data de entre los años 931 y 937 junto con el ya desaparecido monasterio.
Aún a día de hoy se pueden contemplar las pinturas murales y los grafitos medievales que se conservan en el interior del edificio y, en su exterior, los arcos de herradura resaltan ese estilo mozárabe.
Un auténtico tesoro arquitectónico medieval en un municipio único en plena comarca de El Bierzo que es ideal para hacer una escapada en los meses de otoño.