Alrededor de unas 6.000 personas, según fuentes de la Policía Local, salieron hoy a la calle para hacer a pie el recorrido del ferrocarril de vía estrecha desde el apeadero de La Asunción hasta la Estación de Matallana para reclamar la llegada del tren de Feve al centro de la ciudad de León.
Convocados por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Vía Estrecha de León, los ciudadanos, llegados de diferentes puntos de la montaña leonesa además de la propia capital, denunciaron “el deplorable servicio en este transporte público debido, principal y especialmente, a que el tren no llega a la estación y al trasbordo obligado en el apeadero de La Asunción”, así como “la ausencia de un plan de Renfe” para acabar con la situación.
La Plataforma explicó que el conocido como “tren de Matallana” ofrecía un “servicio puntual y seguro hasta finales de 2011”, mientras que a partir de ese momento, “las obras de reforma comenzadas y abandonadas a los pocos meses impidieron que el tren llegara hasta la estación e hicieron necesario un trasbordo a autobús para el recorrido hasta la estación”.
Esto provocó que, según un informe del tribunal de Cuentas, “el 34 por ciento de los viajeros de cercanías abandonaron este servicio entre 2010 y 2012”, ya que, “aunque lo necesitaban, no les servía”.
Por este motivo, además de señalar que ha llegado del momento de que este tren “sea objeto de una actuación especial y urgente dentro del plan europeo y español contra la despoblación de zonas apartadas”.
Solicitaron al Ministerio de Fomento y a Renfe que, con urgencia, “planifique y ejecute las reformas necesarias para que el tren llegue a la estación del centro de León sin transbordo intermedio y recuperar así la calidad del servicio anterior a 2011”.
En representación de la citada Plataforma, Mariví Gutiérrez, consideró que “ha llegado el momento de la responsabilidad de los ciudadanos” para pedir que “toda la inversión efectuada no haya sido inútil”, ya que la parada del tren en el apeadero de La Asunción “causa muchísimo perjuicio para todos los pueblos y para todo el mundo” porque “se para en medio de la nada, obligando a los usuarios a subirse a un autobús”, aunque “si van con un carrito de bebé o con una silla de ruedas no pueden hacerlo”.
“Si la infraestructura está hecha y las vías están, ¿por qué no pasa el tren?”, se preguntó Mariví, quien consideró que la respuesta “debería responderla los políticos”, al tratarse de “una cuestión de voluntad” por “haber hecho las cosas para después abandonarlas porque nadie las pedía”.
Sin embargo, “los ciudadanos ya se han concienciado y saben que tienen que hacer algo”.
Sobre la posibilidad de la conversión del trazado en una vía verde, Gutiérrez calificó de “imposible convertir una inversión de este calibre en una vía verde” porque “está hecha para que el tren llegue a Padre Isla, donde llegó toda la vida”.
“Todas las ciudades que pueden tener esto están luchando por ello y nosotros que lo tenemos, lo abandonamos. No tiene sentido”, concluyó.
Trenes y normativa
También asistió a la manifestación la Asociación Ferroviaria Reino de León, cuyo portavoz, Eduardo Tocino, exigió que “se deje de tomar el pelo a los leoneses”, ya que “después de las últimas contestaciones de que hacen falta otras dos normativas y de que los trenes están contratados” se llega a la conclusión de que “cada vez sacan mentiras nuevas”.
Tocino se mostró convencido de que “no se puede recuperar el servicio al centro de la ciudad si no se contratan los trenes como se hace en Cataluña y si no se terminan las normativas”, a pesar de que “ahora se han sacado nuevas normativas de la manga y dicen que no están coordinados con los semáforos de la ciudad”.
El portavoz de la Asociación Ferroviaria Reino de León lamentó que “nadie está teniendo reuniones, ni tomando de decisiones” mientras que la realidad es que “se deja abandonados a los 150.000 viajeros que utilizan cada año la línea de ferrocarril”, a los que “se les insulta con un servicio que no es de cercanías”.
Por ello, exigió que “se contraten los trenes, se terminen las normativas y se tengan reuniones constantes y periódicas a nivel técnico para dejar de reírse del pueblo de León”.