Para observar una iglesia de cinco esquinas que parece haber sido cortada con una precisión inigualable hay que viajar hasta Grajal de Campos, en León.
Con poco más de 200 habitantes, se encuentra en la región natural de Tierra de Campos que comprende parte del territorio de la provincia de León y se extiende hacia Palencia, Zamora, y Valladolid.
El paisaje que forma el territorio, caracterizado por grandes llanuras onduladas y algunos ríos de poco caudal, recibió el sobrenombre de “granero de España”.
En la zona se pueden observar algunas grandes edificaciones como el imponente castillo del siglo XVI, que forma una preciosa estampa a la vista enmarcada por los tonos dorados de los campos, los ocres del terreno y el verde de los árboles cercanos.
Pero sin duda, una de las figuras que marcan el municipio es la torre en la que se encuentra en la iglesia. No es cuadrada ni rectangular, sino una mezcla de ambas lo que dibuja una geometría de cinco esquinas en lugar de las cuatro habituales que suelen tener las torres.
Historia de la iglesia
La Iglesia de San Miguel, uno de los tres elementos del Conjunto Monumental de Grajal de Campos, cuenta con un inmenso volumen de ladrillo. Edificada en 1536, sobre la torre se encuentra una frase un dicho que reza así: "Tiene cinco esquinas y le falta una para tener cuatro".
Se trata de una obra que cuenta con una planta basilical y tres naves en su interior con arcos rebajados sobre grandes columnas.
Además, el altar mayor cuenta con un retablo y una verja que se comunica con el palacio desde donde los Condes de Grajal podían escuchar las misas.
De factura gótica tardía, la iglesia cuenta con trazas renacentistas. No se ha encontrado respuesta a la construcción de esta peculiar torre que ilumina la iglesia y hace que cientos de turistas se desplacen hasta el municipio para disfrutar de ella.