Fundada en 1891 por los monjes trapenses de la palentina localidad de San Isidro de Dueñas y artífice de los primeros bombones que se fabricaron en España en los años 60, Chocolates Trapa es actualmente una de las firmas chocolateras más importantes del país. Desde que hace ocho años iniciara una nueva etapa de la mano de una nueva propiedad de capital 100 % español, ha experimentado un crecimiento paulatino hasta casi multiplicar por diez sus ingresos: en 2013 la facturación fue de 1,5 millones de euros y en 2020, de 14 millones de euros, cifra récord para la marca a pesar de la pandemia. En 2021 espera cerrar el ejercicio superando los 16 millones de euros de facturación, lo que supone que continúa con la tendencia de seguir creciendo a doble dígito año tras año.
Una marca con conciencia: 10.000 árboles en España
Desde 2013, Chocolates Trapa es, además de una de las firmas más icónicas y queridas por varias generaciones de españoles, una marca con conciencia social y medioambiental. Fruto de una fuerte inversión en industria e I+D+i y de una constante mejora de las formulaciones, su porfolio ha crecido hasta alcanzar las 290 referencias –de las cuales 60 se han lanzado en los dos últimos años–.
Una gama que se adapta a las necesidades del consumidor actual, al disfrute consciente y a las distintas intolerancias alimentarias: todos sus chocolates están libres de gluten, grasas hidrogenadas y ácidos grasos trans; cuenta con una línea de bombones, tabletas y chocolatinas para niños sin azúcares añadidos; acaba de lanzar los primeros bombones y el primer turrón del mercado sin lactosa y ha eliminado de todos sus productos el aceite de palma con el objetivo de frenar la deforestación y mantener la biodiversidad.
Además, ha puesto en marcha su proyecto 'Plantando futuro contigo', mediante el cual reforestarán diferentes zonas de España con 10.000 árboles que, cuando alcancen la edad adulta, serán capaces de absorber una media de 50.000 toneladas de CO2 al año.
Un viaje al origen del cacao
En el año de su 130 aniversario, Chocolates Trapa ha querido celebrar sus logros con sus consumidores regalando producto y una experiencia única. Del 15 de noviembre al 21 de diciembre se sortearán, en sus perfiles de redes sociales (@chocolatestrapa), un total de 130 lotes de chocolates –26 lotes cada viernes– y un viaje con traslados y hotel de cinco estrellas incluidos a Ecuador, tercer productor mundial de cacao, donde los ganadores podrán visitar una plantación de cacao para conocer de primera mano el origen de este manjar, considerado, según una leyenda azteca, un regalo del dios Quetzacoatl a los hombres.
Los primeros bombones fabricados en España
Los orígenes de Chocolates Trapa se remontan al invierno de 1891 cuando 35 monjes cistercienses, pertenecientes a la orden de la Trapa, se instalaron en el monasterio de San Isidro de Dueñas y empezaron a hacer chocolate según los procesos tradicionales. Métodos transmitidos por la comunidad religiosa desde que los primeros misioneros importaran el chocolate desde la América de Moctezuma y Hernán Cortés, primero a España y a Suiza, y a Países Bajos después. En los años 60 se fundó la fábrica, hoy ya separada del monasterio por la carretera general, donde se elaboraron los primeros bombones que se hicieron en España: los icónicos Cortados de Trapa, de forma cuadrada, que son un emblema de la casa junto a los también míticos Bombonísimos, presentes en la memoria colectiva de todos españoles.
Tras varios cambios de propiedad, en 2013 la empresa fue adquirida por una familia palentina que quiso invertir en su tierra con el fin de convertir Chocolates Trapa en una de las empresas más modernas, dinámicas y significativas del sector gracias a los tres pilares que sustenta su filosofía: innovación, estilo y conciencia social y medioambiental. En la actualidad, cuenta con 150 trabajadores, con más de 120 distribuidores en España y con presencia en más de 50 países, entre los que se encuentran Italia, Polonia, Países Bajos, Suecia, Hungría, Kuwait, Egipto, Israel, Corea y Japón).