El caso de las niñas de Aguilar ha vuelto a ser archivado por el juzgado de Instrucción 2 de Cervera un año después de reabrirse y habiendo pasado tres décadas desde Manuela y Virginia desaparecieron. Así lo testifica la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico y en la que el juzgado señala que "no tiene ningún sentido volver a llevar a cabo en el momento actual una instrucción que repita lo ya investigado judicialmente en el 1992".
En el auto se refleja que la sala entiende que "no aparece debidamente justificada la perpetración del delito" y que "no existen indicios racionales de criminalidad contra una persona determinada".
Virginia y Manuela, de 14 y 13 años respectivamente, desaparecieron el 23 de abril de 1992 después de coger un tren a Reinosa para acudir a una fiesta. Una vez finalizada, la última vez que las vieron fue haciendo autoestop y subiéndose a un Seat 127 blanco para regresar a su casa. Desde entonces, no se volvió a saber nada más de ellas.
La jueza instructora del caso señala en el auto que "si bien comprende el anhelo de las familias" de las dos niñas desaparecidas por "esclarecer las circunstancias" de los hechos, "también debe concluirse que la investigación que se ha realizado en estos meses, tras la reapertura de las actuaciones, colma las exigencias razonables de instrucción judicial de los hechos objeto de este procedimiento".
Por todo ello, la jueza instructora ha acordado "el sobreseimiento provisional de las actuaciones no constando autor conocido en la perpetración de los hechos objeto de denuncia" al mismo tiempo que ha decretado el archivo de las actuaciones.