David Herrero / Ical.- Las emociones son todas aquellas experiencias efectivas internas y pasajeras, con un fuerte componente somático, las cuales no pueden ser catalogadas como buenas o malas, dado que todas ellas no solo son inherentes al ser humano, sino que son inevitables.
Es por ello que el equipo del perfil divulgativo de psicología @elelo.psicologia creado a principios de la pandemia, conformado por la responsable de comunicación y relaciones públicas, Cristina López, y la psicóloga sanitaria y responsable de contenidos, Elena López, se pusieron manos a la obra y tomaron la decisión de recopilar todas sus pautas en una guía de las emociones.
Explican a la Agencia Ical que iniciaron una serie de publicaciones en la red social Instagram donde daban pautas y pistas para reconocer las emociones, a la vez que publicaban distintas encuestas y se trataban películas o libros para que el público reconociera el tema emocional. “Tuvieron mucha aceptación y nos decidimos a recopilarlo para que fuera más fácil su consulta”.
La propia guía de emociones puede conseguirse de forma gratuita en el enlace https://mailchi.mp/791ba59e9eaa/descubre-tus-emociones, con la que se pretende ofrecer herramientas básicas para reconocerlas, interpretarlas y, más adelante, aprender a gestionarlas para que no dominen el día a día.
Todo ello con el fin de “que cumplan esa función adaptativa para la que existen y nos ayuden a enfrentarnos de la forma más saludable a las distintas situaciones a las que nos enfrentamos”, relatan.
Ventajas e inconvenientes
Durante mucho tiempo no se ha dado a las emociones la importancia que realmente tienen en el desarrollo, algo que ha cambiado y comienzan a cobrar la relevancia que tienen, agrega Elena López a la Agencia Ical.
“El primer paso para conseguir el éxito personal es aprender a reconocerlas”, quien añade que producen ciertas ventajas e inconvenientes que deben ser identificados.
Entre los aspectos positivos, detalla que ayudan a aprender de los recuerdos y a interpretar los sentimientos de otros, dado que las emociones son necesarias para poder reaccionar rápidamente ante una situación.
A la contra, pueden volver al sujeto “excesivamente emotivos y dificultar el pensamiento claro”. Así como provocar que se llegue a actuar antes de poder juzgar una situación apropiadamente.
En ocasiones, induce a reaccionar ante situaciones del presente basándose en experiencias pasadas cuando las condiciones han cambiado. Aunque las emociones son importantes, pueden tomar el control de la mente y corromper el pensamiento racional, dice.
El miedo
Las emociones básicas o primarias son, siguiendo la teoría de Ekman, la tristeza, ira, alegría y el miedo, siendo la última como aquella reacción que se produce ante un peligro, dado que, cuando se siente miedo, se cree que se tiene una baja capacidad de control y predicción.
No obstante, “consideramos que necesitamos hacerle frente de manera inminente y para ello, movilizamos toda una serie de comportamientos. Siempre evitamos o escapamos de aquello que nos produce ese temor”.
La psicóloga sanitaria traslada a la Agencia Ical que sirve para “reaccionar y escapar eficazmente ante cualquier peligro inminente”, así como detectar amenazas, diferenciar las que son reales de las que no y buscar las herramientas necesarias para generar esa zona segura.
Deja claro que también debe regularse para que no sea demasiado elevado o demasiado bajo y colocar unos límites adecuados, que también son sociales, aclara Elena López.
Y es que, el miedo “paraliza y hace fijar toda la atención en el estímulo desencadenante y facilitará las conductas defensivas”. “Hay veces que el estímulo que provoca esta emoción, genera en nosotros una respuesta de sobresalto cuando se produce de forma muy inesperada”.
En la guía de emociones elaborada, se relata que más del 50 por ciento de las personas que experimentan temor presentan silencios y en la mayoría de los casos se produce un aumento del tono de voz.
Hay cuatro estrategias diferentes para enfrentarse al estímulo amenazador, en este caso el miedo, que se centran en tratar de evitar el ataque del otro; inmovilizarse, retirarse, y amenazar o atacar.
Sentencia a Ical que “no podemos ni debemos escapar de las emociones”, motivo por el que es necesario aprender su manejo y saber “qué podemos esperar de nosotros mismos en cualquiera de las situaciones”.