El fallecimiento de Isabel II ha conmocionado al mundo entero. La monarca británica era una persona reconocida mundialmente por diferentes aspectos a lo largo de su vida. Más allá de sus funciones como reina, siempre destacó por sus llamativos vestidos y trajes. El color era un sello característico de ella, y muchos de ellos nacieron de manos palentinas. Concretamente de las de Teresa Rivera Pacios, costurera de la corte durante 22 años, hasta que decidió jubilarse.
Esta madrileña criada en Palencia recibió en 2017 una condecoración que atestigua su encomendable labor a la casa real británica. Se trata de la Royal Victorian Medal, una medalla que entregó por primera vez en 1986 la reina Victoria como reconocimiento al trabajo dedicado a la familia real.
En una entrevista en A media mañana de RTVE, Teresa recuerda que el día que conoció a la reina Isabel II la pareció "muy simpática, amable y maja". "En el momento que la conocí hablaba un poquito de inglés y sí que no entendíamos", reseña orgullosa.
Una relación de 22 años que, sin duda, han significado mucho en la vida de esta palentina, que reconoce haberla echado "mucho en falta" cuando la dejó. Teresa tuvo que separarse cuando su jefe, Karl-Ludwig Rehse, falleció. Ese fue el momento en el que la costurera tuvo que poner fin a más de dos décadas de trabajo para la corte británica.
Teresa Pacios, ya jubilada, recuerda que Isabel II la pedía los "abrigos y trajes" y todos ellos tenían que llevar "colores y colores y colores". Además, en la entrevista asegura que la monarca británica nunca la pidió rehacer una prenda vieja y que siempre era "todo nuevo" lo que la pedía.
Una vez sus caminos se separaron laboralmente hablando, no lo hizo su relación, ya que Teresa señala que todas las navidades la mandaba "un regalo". "Siempre se lo agradecía muchísimo porque era muy buena persona", aclara.
Esta palentina será siempre recordada como la modista que llenó de color la vida de Isabel II, la monarca más longeva de la historia de la corona británica.