Pueblos con encanto: tres visitas imprescindibles en la provincia de Palencia
Frómista, Herrera de Pisuerga y Baltanás son tres municipios palentinos en los que disfrutar de un agradable fin de semana en familia o con amigos
20 septiembre, 2022 07:00Palencia es una provincia con innumerables rincones desconocidos a la par que con encanto. Por esa razón hoy traemos tres pueblos con encanto que son un imprescindible si decides venir hasta aquí. Se trata de los municipios de Baltanás, Herrera de Pisuerga y Frómista. Tres localidades con una oferta sociocultural adaptada a todos los gustos y edades y en las que disfrutar de un agradable fin de semana en cualquiera época del año.
Castillos, rutas senderistas para hacer en bicicleta o andando, museos, gastronomía y mucho más es lo que podrás encontrar en estos pueblos con encanto y que no dejarán indiferentes a nadie, porque por si algo destaca Palencia y sus municipios es por la belleza de los mismos y toda su oferta.
Herrera de Pisuerga
El primero de ellos es Herrera de Pisuerga, situado en la comarca Boedo-Ojeda y con cerca de 2.000 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística de 2021.
Herrera de Pisuerga es, entre otras cosas, el pueblo del cangrejo de río. Su importancia para este municipio es de tal calibre que hasta tienen unas fiestas dedicadas a este crustáceo tan relevante en su historia. Tienen, incluso, una Casa del Cangrejo de Río, visitable todo el año en el que podrás conocer su hábitat y todos sus beneficios.
Otro de los atractivos de Herrera de Pisuerga es el Canal de Castilla, entre los que destacan unos agradables paseos en barco o la esclusa. "En cualquier época del año se puede visitar", señala en declaraciones a este periódico el alcalde Francisco Javier Fernández, que añade que cada época "tiene su encanto".
Otra de las actividades que destacan para este pueblo palentino es la pesca, siendo esta un reclamo también para el visitante, además de las innumerables exposiciones que hacen a lo largo de todo el año.
Frómista
Si estás haciendo el Camino de Santiago francés, Frómista es un enclave totalmente obligatorio, ya que está situado en pleno corazón del mismo. Cuenta, además, con muchos monumentos y actividades de los que disfrutar durante su visita. Entre ellos destacan una iglesia románica del siglo XI que es uno de "los mejores ejemplos de arquitectura románica", según asegura su alcalde, Fernando Díez, que pone de relieve las 70.000 visitas anuales que recibe. "Vale la pena visitarla", añade.
Es en el propio camino donde se encuentra también el Canal de Castilla, una obra de ingeniería del siglo XVIII que "no solo se está recuperando para el abastecimiento y riego", sino que se está utilizando como "recurso turístico". "Cada vez tiene más visitantes de bicicletas y senderistas y, además, la Diputación tiene instalado un barco, ya que es navegable", explica el regidor.
Otra de las piezas inconfundibles de Frómista es su iglesia de San Martín, declarada Bien de Interés Cultural, donde tienen una instalación multimedia con leyendas y milagros del Camino de Santiago. A mayores, cuentan con otra iglesia parroquial, la de San Pedro, dedicada a San Telmo, el patrón de los navegantes que es natural de este municipio palentino.
Para los más curiosos, también cuentan con un "pequeño museo" que ofrece elementos litúrgicos de varias parroquias que se han recogido en Frómista y que está abierto prácticamente todo el año con la ayuda de voluntarios. No contentos con ello, ofertan una ruta para hacer visitas conjuntas de todos los monumentos del municipio, a la vez que están intentando recuperar un museo etnográfico. Igualmente, Fernando recomienda al visitante que vaya a ver "los pueblecitos" que hay cerca, ya que "no es solo vender lo que tenemos nosotros, sino lo que hay alrededor".
"Cualquier época es buena para venir porque hay una oferta amplia de hostelería y restauración. También tenemos la suerte de que cada estación es cambiante y el paisaje y ambiente es diferente. No es lo mismo ver el canal o el pueblo en invierno o en verano", finaliza.
Baltanás
Por último, y no menos importante, se encuentra Baltanás. "Apetitosa", así definía la visita a este municipio palentino su alcaldesa, María José de la Fuente. Y es que con esa definición no puede haber la menor duda de que se antoja como una opción para tener más que en cuenta.
Pero antes de conocer su amplia carta de productos, es importante reseñar toda la cultura que rodea a este pueblo. Baltanás cuenta con el conocido Museo del Cerrato, en el que podrás conocer la "singular personalidad e idiosincrasia de un territorio poco conocido". Allí te encontrarás con una amplía exposición que pondrá en valor todo el conocimiento, historia y patrimonio del Cerrato Castellano, un territorio que engloba a varios municipios de Palencia, Valladolid y Burgos.
Además, un acompañante te irá guiando durante todo el recorrido que también incluye un paseo por el Barrio de Bodegas porque que es Baltanás sin esos reconocidos caldos de la Denominación de Origen de Arlanza.
La regidora destaca también el Centro de Enoturismo, el Lagar Comunal, que es el lugar donde se elabora el vino de manera tradicional, y las iglesias de San Millán y Revilla.
"Se puede visitar durante todo el año", asegura María José, que puntualiza que la oferta hostelera y, en especial, la de fin de semana y domingo, es una opción fantástica para disfrutar de las mejores tapas y pinchos. "Tenemos también el Centro de Enoturismo, en el que puedes disfrutar de pinchos y tapas y adquirir todo tipo de productos de proximidad", puntualiza.
En definitiva, tres pueblos con encanto que son una visita imprescindible si quieres disfrutar de gastronomía, historia y cultura en una provincia llena de rincones maravillosos para conocer un turismo diferente y enriquecedor.