El pasado 8 de abril, la Policía Local de Palencia detuvo a tres hermanos de 15, 21 y 26 años por enfrentarse a los agentes que se personaron en un domicilio de Plaza del Puente tras recibir un aviso de que se estaba produciendo una pelea en el interior del mismo.

Nada más llegar, los agentes escucharon la voz amenazante de uno de los detenidos y la de una mujer que no paraba de pedir ayuda, por lo que golpearon la puerta de la vivienda de manera insistente e identificándose como policías. 

Cuando consiguieron que los ocupantes abriesen la puerta, los agentes identificaron a tres jóvenes y a una mujer que presentaba diversos mechones de pelo arrancados y mucha agitación. Sin embargo, ella manifestó "que no la pasaba nada". 

Entonces, la Policía Local solicitó la identificación de los tres chicos, siendo uno de ellos, el de 21 años, el primero que acometió contra el Oficial al mando. Al ser detenido por un presunto delito de atentado, los otros dos jóvenes, de 26 y 15 años, y hermanos del anterior, trataron de evitarlo enfrentándose a los agentes, por lo que, finalmente, estos también fueron detenidos. 

Sin embargo, este no fue el único suceso que tuvo lugar en Palencia el pasado 8 de abril. A las 21:50 horas, un agente de la Policía Local fuera de servicio observó como un joven de 20 años estaba discutiendo de forma muy agresiva con una mujer, por lo que decidió intervenir para evitar una posible agresión. 

Así, tras comunicar la situación a la Central de Policía Local y solicitar refuerzos, la mujer fue atendida en el lugar por los servicios sanitarios a causa del estado de agitación y nerviosismo en el que se encontraba, mientras que el joven fue trasladado a Comisaría a efectos de identificación por no portar documentación alguna. Sin embargo, este terminó siendo denunciado por posesión de sustancias estupefacientes al encontrársele, en un registro superficial, una cantidad de hachís.

Además, al día siguiente, la Policía Local se trasladó, junto a la Policía Nacional, a la avenida Santander tras recibir una llamada informando de una agresión a un ciudadano, siendo a su llegada cuando se identificó al agresor, un hombre de 47 años, en estado ebrio, y también al agredido, otro hombre de 66 años que tuvo que ser trasladado en ambulancia al Hospital Rio Carrión, donde manifestó su intención de denunciar los hechos.