La clínica de estética Las Huertas de Palencia, situada en el centro comercial del mismo nombre, ha cerrado sus puertas de manera repentina dejando varios frentes abiertos.
Tanto es así, que a los despidos de los trabajadores se suman todos aquellos clientes a los que ha dejado tirados por tener servicios ya pagados y/o tratamientos en curso y que, al parecer, se temen lo peor.
Así lo ha dado a conocer la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de Castilla y León a través de un comunicado en el que, además, ha afirmado que la clínica ni siquiera está contestando a las llamadas de los damnificados.
Por todo ello, la delegación de la OCU en Castilla y León ha querido aconsejar a los clientes afectados sobre la mejor manera de actuar.
En este sentido, les recomiendan recopilar y guardar toda la documentación que dispongan que demuestre la vinculación con la clínica, ya sean folletos, contratos, facturas o presupuestos; ponerse en contacto con la misma, presentando una reclamación por escrito para dejar constancia de que no se ha cumplido el contrato, reclamando la finalización del mismo y exigiendo que se les dé toda la documentación de la que dispongan; y reclamar ante los Servicios de Consumo los perjuicios que les haya ocasionado el cierre, como la no finalización del tratamiento o la pérdida de dinero adelantado.
Además, a aquellos que hayan solicitado un crédito para poder pagar el servicio firmado con el centro, les recomiendan dirigirse por escrito y de forma fehaciente al departamento o servicio de atención al cliente de la entidad bancaria donde hayan solicitado el crédito para solicitar su anulación por no haberse prestado el servicio. "Si pasados dos meses la entidad no responde al consumidor o su respuesta no es satisfactoria, puede presentar una reclamación ante el Banco de España", añaden.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que se produce una situación de este tipo en Castilla y León. Recientemente ha ocurrido algo parecido con el centro Happy Láser de Valladolid.