Con casi 2.700 toneladas de peso, un casco de más de siete metros y espacio suficiente para una tripulación de 45 personas, el submarino ‘Isaac Peral’ S -81 se ha convertido en un hito histórico para la armada española. Es el primer sumergible diseñado íntegramente en España y muchas de sus piezas han sido fabricadas en las instalaciones del Grupo Inmapa en Magaz de Pisuerga (Palencia).
Entre otras cosas, la empresa palentina ha suministrado las escotillas utilizadas para el embarque de armas o tripulantes, así como la esclusa de vaciado de basuras para evacuar residuos sólidos cuando el submarino esté sumergido. “Todos ellos son elementos de nivel 1 y eso significa que cualquier pequeño fallo sería catastrófico porque permitiría la entrada de agua y se hundiría”, explicó el responsable de la Oficina Técnica de Naval, Defensa y Nuclear de Inmapa, Ricardo David Martín.
Es por eso que cada pieza se sometió a exhaustivos controles de seguridad como, por ejemplo, radiografías o pruebas de ultrasonidos que permitieron detectar fallos y poder garantizar al máximo la seguridad de la tripulación.
Asimismo, desde Palencia contribuyeron a la fabricación de las puertas del coferdán (un compartimento estanco que contiene la esclusa para la entrada o salida de buceadores y su escape en caso de accidente), de las estibas de bengalas y de un motor fueraborda. En cuanto al sistema de propulsión del submarino, Grupo Inmapa aportó parte del eje de empuje y la caja que contiene el equipo encargado de transmitírselo a la hélice para propulsarlo. Además, la empresa palentina fabricó el sistema de almacenaje y manipulación de armas (torpedos, misiles y minas) y el sistema encargado de recibir armas del exterior, distribuirlas en los almacenes de estribor y babor de forma segura y cargarlas en los tubos lanzatorpedos. Aunque no forme parte integral del submarino, Inmapa también produjo la rampa de carga de armas que habitualmente se encuentra en el muelle.
La construcción del S -81 empezó a germinarse hace más de 20 años y el camino no ha sido fácil. De hecho, ha acumulado varios años de retraso originado, sobre todo, por un problema en el diseño original que impedía al submarino flotar por culpa del exceso de peso. “Eso provocó que las piezas que nos habían encargado no sirvieran y hubiera que empezar a rehacerlas desde cero”, explicó el responsable del Departamento de Calidad de Inmapa, Javier Rodríguez, que reconoció que, pese a las complicaciones, ahora que el submarino ha sido ya entregado a la Armada Española y está listo para bajar a las profundidades oceánicas, sienten un “gran orgullo” de haber formado parte de este proyecto. “El diseño es español pero de su fabricación se han encargado empresas no solo de nuestro país, sino de todo el mundo”.
En el caso de Inmapa han sido más de 15 años de trabajo y más de 150 personas empleadas a fondo para fabricar estas piezas teniendo en cuenta, además, que acarrea una densa labor documental. “Ha habido que hacer tanto papeleo que, cuando se empezó a construir, se decía que iba a pesar cuatro veces más la cantidad de papel que el submarino real”, bromeó Rodríguez. “La fase del diseño de las piezas puede alargarse durante años. Una vez se tiene, se fabrican piezas pequeñas que se van montando para formar conjuntos más grandes. Llevamos varios meses solo de pruebas para probar todas las conexiones hidráulicas. No puede haber ningún fallo”. Además, Rodríguez reconoció que varios miembros de la Armada se han desplazado durante estos años a Palencia para supervisar el proceso de elaboración.
No es la primera vez que esta empresa afincada en Palencia participa en proyectos de tales dimensiones, ya que también formó parte en su momento de la construcción del Airbus. Ahora, la labor de fabricación de las piezas del submarino ‘Isaac Peral’ la han compaginado con otros trabajos y encargos. “Siempre digo que se puede viajar alrededor de todo el mundo con cosas hechas en Palencia ya que en Inmapa fabricamos piezas de aviones, ferrocarriles, coches o neumáticos. Viajes como viajes, podrás tocar algo fabricado en Palencia”.
De momento el S-81 ya está listo para llevar el nombre e impronta de la provincia hasta el fondo del mar. Un submarino que llega para reforzar la flota de la Armada convirtiendo a España en un país puntero en equipamiento. Con él ya puede participar tanto en labores de vigilancia como en la ejecución de prácticas militares dentro del ámbito de la OTAN.