Conmoción total en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid en Palencia. En solo 15 días, entre el 26 de enero y el 10 de febrero, han lamentado el fallecimiento de hasta tres profesores de su centro educativo. Son Agustín León Alonso-Cortés, que murió el 26 de enero, María Felisa Santiago Ibarlucea, el 6 de febrero, y Rosario Sierra de Grado, el 10 de febrero.
Tres trágicas noticias en pocos días de diferencia que han sumido en la más profunda tristeza a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias. Cuerpo docente y alumnado han mostrado a través de los canales oficiales del centro sus condolencias y su dolor por estas pérdidas.
Agustín León Alonso-Cortés
El pasado 26 de enero del presente año, Agustín León Alonso-Cortés fallecía de manera inesperada, según informó la propia Escuela, a los 57 años. Era doctor Ingeniero Agrónomo y llevaba impartiendo clases en el centro desde finales de los años 90.
Según le definen, era un docente "entregado y preocupado" por completo a su labor y la de sus estudiantes. Trabajó en las áreas de Tecnología de los alimentos y la Microbiología alimentaria. Recuerdan que era una persona "cercana y amable" y reconocen que será recordado por compañeros, compañeras y alumnos.
Aficionado a la música, a cantar y a la naturaleza, también era un "gran padre". Su propio padre también fue ingeniero agrónomo y León Alonso-Cortés fue uno de los primeros profesores de la Escuela. Gran ornitólogo y conocedor de la avifauna palentina, gracias a sus días de campo con la familia. Así le recuerdan.
María Felisa Santiago Ibarlucea
Apenas unos días después, la vida volvía a golpeara la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia. El 6 de febrero se conocía la noticia de la muerte de María Felisa Santiago Ibarlucea, también profesora del centro. Doctora en Biología y profesora de la Escuela desde sus primeros pasos.
Pertenecía al Área de Botánica y desempeñó su docencia como profesora de Biología. Fue una "apasionada investigadora" de lagos, lagunas y humedales, señalan desde la Escuela. Estaba entregada a sus estudiantes, a sus clases y a sus lagunas, siendo una persona "muy querida por todos".
Sus estudiantes le mostraban un "gran aprecio" por su labor docente, dedicación, disponibilidad, cariño y cercanía. Una profesora "incansable" y una "extraordinaria" compañera. Siempre la caracterizó su "permanente sonrisa y alegría" y ejerció una enorme labora de cooperación y humanitaria. Fue fundadora, junto a otros profesores y estudiantes, de la Asociación Universitaria Cultural EUPA, a principios de la década de los 90, y más tarde, en 2010, de la Asociación Universitaria Humanitas.
Impulsó la Campaña de Alimentos de Navidad, el Día del Libro Solidario y la Venta de Plantas Solidaria, entre otras. Con las acciones de Humanitas se han aportado fondos de cooperación a distintas ONGs, con el objetivo de promover proyectos educativos, sanitarios, de desarrollo, etc. en Filipinas, Perú, Colombia, India, o Birmania.
Fue una "enamorada de los humedales palentinos" y llevó a cabo una "excepcional tesis doctoral" sobre las lagunas del Canal de Castilla, sirviendo como base para la catalogación de un buen número de ellas como zonas protegidas. Asimismo, durante su tiempo libre, lo dedicó a promocionar los bailes regionales palentinos y durante varios años participó en la Coral Vaccea.
Rosario Sierra de Grado
La última de las tristes noticias llegaba el pasado 10 de febrero, cuando conocían el fallecimiento de Rosario Sierra de Grado, Charo. Doctora en Ingeniería de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid, fue investigadora del INIA e impartió docencia en la Universidad de Lérida. A Palencia llegó en los años 90 y daba clases de Genética Forestal, Viveros y Repoblaciones.
Llegó a ser directora de la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia y fue la encargada, junto a su equipo, de adaptar las titulaciones del centro al Plan de Bolonia. También se encargó de coordinar durante un tiempo el Máster de Montes y formó parte en esta última etapa de la Comisión de Investigación Científica del Senado. Además, fue partícipe en el impulso internacional del centro universitario palentino.
Fue una "gran profesora, investigadora y compañera", la definen. Querida por compañeros y estudiantes, trabajó "incansablemente" en la lucha en favor de los bosques y montes y contra el cambio climático. Impulsó una exposición científica y divulgativa sobre el clima y los bosques, que tuvo un relevante impacto mediático.
Desde la Escuela destacan su "amabilidad, entrega y capacidad de liderazgo y trabajo en equipo", lo que hacía de Rosario "uno de los pilares del ámbito forestal y referente" en el centro universitario. La profesora falleció por una grave enfermedad "que no merecía".