El coqueto coso de Ampudia acogió este fin de semana la final del IV Certamen de Escuelas Taurinas Villa de Ampudia precedida de la celebración de unos coloquios de gran interés que tuvieron lugar a lo largo de las jornadas del sábado y domingo en la Oficina de Turismo donde intervinieron toreros, apoderados, ganaderos, empresarios y aficionados, siendo organizado todo ello por el abogado y ganadero César Mata, y patrocinado por el Ayuntamiento de la localidad que preside José Luis Gil.
La clausura de las jornadas corrió a cargo de Santos García Catalán, crítico taurino y colaborador de El Español-Noticias CyL, quien de forma brillante reivindicó la Tauromaquia en toda su extensión, rememorando la vasta y amplia historia taurina de Ampudia que se remonta al siglo XIII. Al final del acto fue obsequiado con una cerámica de la Colegiata de San Miguel.
La novillada
Y ya en la jornada de tarde tuvo lugar en la coqueta plaza de la localidad terracampina la final del certamen organizado por la Escuela Taurina de Palencia, dirigida con tesón y brillantez por el banderillero Juan Cantora, y patrocinado por el Consistorio que preside José Luis Gíl.
En el cartel, el portugués Gonzalo Alves de la Escuela Taurina de Villafranca de Xira; Eduardo Rodríguez de la Escuela de Palencia; el venezolano Rafael de la Cueva de la Escuela José Cubero “El Yiyo” de Madrid y a la postre ganador del Certamen, cerrando el cartel el salmantino Diego Mateos de la Escuela de Salamanca.
Ovación para Pedro Giraldo y obsequio para los actuantes
Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del que fuera matador de toros palentino Pedro Giraldo. Posteriormente los actuantes fueron obsequiados con un detalle por parte del Consistorio.
Se lidiaron, sin muerte, cuatro erales de la ganadería vallisoletana de José Luis Mayoral. Bien presentados y de juego desigual, destacando por encima de todos ellos el tercero que tuvo clase, ritmo y buen son, desplazándose por ambos pitones y acudiendo con prontitud a los cites.
Gonzalo Alves
Recibió el espigado torero al animal que le correspondió en suerte de forma animosa por verónicas, siendo quitado posteriormente por Eduardo Rodríguez y por el propio Alves por gaoneras. Brindó al ganadero Pepe mayoral la faena de muleta, que no la muerte del eral, y enseguida se echó de rodillas para enjaretarle un pase cambiado por la espalda.
Ya de pie le siguió toreando por ambas manos pero el novillo empezó a quedarse corto en su embestida y a reponer especialmente por el pitón izquierdo. Remató la faena con unos ayudados por alto con gusto y acompañando con el pecho. Simula la suerte de matar y da una vuelta al ruedo.
Eduardo Rodríguez
Se fue el alumno de la escuela palentina a porta gayola con determinación, arrojo y valor, y una vez de pie le enjaretó unas verónicas, delantales y chicuelinas. Quitó como no podía ser de otra forma en un novillero el tercero del cartel, el venezolano Rafael de la Cueva por talaveranas.
La faena de muleta la inició Rodríguez con unos estatuarios en los medios. Pechó con el peor novillo de la tarde, sin clase, pegajoso, protestón y reponiendo por ambos pitones. Aun así, y dentro de las limitaciones propias de un novillero en ciernes, resolvió la papeleta con raza terminando el trasteo con unas manoletinas ajustadas precedidas de un desplante. Simuló la suerte de matar saliendo atropellado. Vuelta al ruedo.
Rafael de la Cueva
Lidió el venezolano, quien vino acompañado por el matador de toros Sergio Aguilar, el mejor novillo de la tarde. Estuvo muy dispuesto de salida con él y enseguida vio las virtudes del eral recibiéndole por verónicas embarcándole muy bien con los riñones encajados y componiendo la figura. Quitó Diego Mateos por chicuelinas con gusto.
Brindó De la Cueva al público e inició la faena de muleta con unos ayudados por alto muy cadenciosos rematados con un buen pase de pecho en el que le llevó muy largo.
Tiene gusto este torero además de oficio y eso hizo que la faena alcanzara un nivel alto con un novillo que, si bien fue yendo a menos, lo cierto es que fue el mejor del encierro sin duda alguna, y ahí residió el mérito del torero por aquello de que “los toros buenos descubren a los malos toreros”, y el venezolano estuvo a la altura con la cabeza fresca e improvisando en aquellos momentos en los que el animal no siguió los designios del torero.
En las postrimerías de la faena nos deleitó con unas bernadinas. Entró a matar no sin antes deshacerse de la ayuda. Vuelta al ruedo muy aplaudida.
Diego Mateos
Salió en quinto lugar el eral más fuerte de la tarde, a medio camino ya de utrero, todo un tío, con hechuras y expresión de torito. Sin duda alguna fue el más complicado de la tarde, nada fácil y con sus teclas pero Diego Mateo las supo tocar.
Ya en el recibo capotero demostró firmeza de planta, le enjaretó unas verónicas con el compás abierto y con sabor. Salió en el quite Alves demostrando un buen manejo del capote, replicándole el charro con unas verónicas de preciosa ejecución rematada con una media “de escándalo”.
Brindó al público la faena de muleta sacándose a los medios al animal por ambas manos con torería. Transcurrió la faena a un buen nivel aunque pecó de no darle tiempo al novillo para que se oxigenara entre tanda y tanda fruto de las ganas y de la responsabilidad, y prueba de ello fue el revolcón que sufrió levantándose sin mirarse tan siquiera para volver enseguida a la cara del novillo que a mitad de faena se fue viniendo a menos.
Aun así, Mateos fue capaz de pegarle tandas por ambos pitones en las que dejó entrever el buen concepto que atesora. Simuló la entrada a matar deslizando su mano por la columna dorsal del eral hasta la penca del rabo. Vuelta al ruedo.
Una vez finalizado el festejo, tuvo lugar la deliberación del jurado quien dio ganador del IV Certamen de Escuelas Taurinas Villa de Ampudia al alumno de la Escuela Taurina José Cubero “El Yiyo”, el venezolano Rafael de la Cueva, cuyo premio es estar acartelado en la Clase Práctica que se celebrará el 2 de junio la Plaza de Toros “Campos Góticos” de Palencia con motivo de su “Feria Chica”.