Fernando Pastor Veldeolmillos es profesor y periodista. Nació en Palencia el 17 de abril del año 1961. Cuenta con raíces cerrateñas por parte de su abuelo materno, Cándido, que era de Hornillos de Cerrato. Ahora, es también cerrateño de adopción porque cuenta con una vivienda en Alba de Cerrato donde pasa los veranos huyendo del calor y disfrutando de la magia que tienen los pequeños núcleos rurales.

Nuestro protagonista se ha dedicado, casi toda la vida podría decirse, a la enseñanza de la contabilidad. Eso sí, sin dejar nunca de ejercer el periodismo, una profesión que le apasiona y que le ha dado grandes satisfacciones. La última, la mayor de todas ellas que se ha concretado en un libro que lleva el nombre de ‘Cerrato Insólito’.

El palentino elaboró una lista con las 88 localidades que componen la comarca cerrateña, en las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, para, grabadora en mano, visitar todas ellas y contar historias. De esas que merece la pena recopilar para que no caigan en saco roto.

Ahora, después de casi 300 documentos periodísticos, alguno de ellos ve la luz en forma de libro que se va a presentar, oficialmente, el sábado 20 de julio en el Museo del Cerrato, en Baltanás. Una joya que merece la pena disfrutar con una lectura placentera y sosegada.

P.- ¿Quién es Fernando? ¿Cómo se define?

R.- Intento ser buena persona. Tener empatía y ponerme siempre en el lugar del otro. Para un profesor, como soy yo, creo que es básico.

P.- Nace en Palencia, pero su abuelo materno era de Hornillos de Cerrato. ¿Ahí comienza la conexión con el Cerrato Palentino?

R.- Mi abuelo se llamaba Cándido Valdeolmillos. Podemos decir que sí, que ahí comienza. Eso me llevó a pasar varios veranos en casa de mis tíos Félix y Elvira. También con sus hijos. Me llevaban al campo a trillar. Monté en trillo por primera vez. También en burro con mi prima Rosa María. Iba a la fuente a por agua, por ejemplo.

P.- ¿Esto a qué edad?

R.- No recuerdo muy bien la edad que tenía, pero era muy pequeño. Todos los años íbamos a San Blas a casa de mi tía Elvira. Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia.

P.- En la década de los 70 comienza a hacer sus pinitos en el mundo del periodismo. Hábleme de esos primeros pasos.

R.- Ahí empiezo a escribir, pero muy poco. Lo hice en el Diario Palentino porque mi tío trabajaba allí.

Fernando Pastor en Alba de Cerrato con su libro Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

P.- Asegura que no se ha podido dedicar en exclusiva al periodismo porque como decía un colega suyo: “el periodismo no da para comer, solo da para merendar”.

R.- Mi colega lo sigue diciendo. Sí que quería ser periodista. Al final vi que lo que me daba de comer eran mis clases y mi trabajo como profesor. El periodismo me dio mis primeras pesetas, hace mucho tiempo. Recuerdo que con lo primero que cobré me compré una bici. Pero, finalmente, mi vida profesional tomó otro camino.

P.- ¿Cuándo comienza con sus reportajes del Cerrato Palentino? A investigar…

R.- Fue por el 2008. Ahí surge la idea y ese año la maduro. Empiezo a recorrer los pueblos del Cerrato en el 2009. La idea surge por la visita de dos amigos. Él era periodista. Fue curioso porque nos visitaron en Alba de Cerrato, dentro de la Semana Cultural, tanto a mí como a mi mujer. Da la casualidad de que nos habíamos apuntado para hacer una excursión a las Cuevas de Altamira y me fui con mi hija y mi mujer.

P.- ¿Y se quedaron plantados?

R.- No. Se presentaron de forma sorpresiva y se quedaron solos, en un primer momento. Vinieron un jueves por la noche. La excursión a la que nosotros íbamos a ir era el viernes. Salíamos a las 9 de la mañana, y eso les dijimos: “Encantados por la visita, pero mañana nos marchamos de excursión”. No les importó y disfrutaron sin nuestra presencia y durante todo un día, hablando con todos los lugareños.

P.- Pero, al final, sí que se produjo ese encuentro…

R.- Al día siguiente, el sábado, fuimos a hacer una ruta de senderismo a la Ermita de la Virgen del Monte, ya en Cevico de la Torre. Ahí es cuando me dijeron que habían estado hablando con mis vecinos y que pensaban que tenía muchas cosas que contar. Me dijeron que podía indagar para escribir sobre la comarca. Y ahí nace todo.  

P.- Y empieza a moverse por el Cerrato con su grabadora, en busca de historias…

R.- Me hice una lista de los pueblos del Cerrato, con el Museo del Cerrato. Un total de 88, y después empecé a buscar esas historias.

P.- ¿Recuerda cuál fue la primera?

R.- La primera que se publicó fue en el Periódico Carrión. Yo formaba parte de un proyecto de periódicos gratuitos a nivel regional que iba a integrar a los de cada provincia sin coste. De Palencia era el Carrión. Era quincenal y les propuse escribir sobre El Cerrato. El primero que se publicó fue en octubre de 2016. Coincide, si mi memoria no me falla, con que fue el primero que elaboré también. 

P.- Desde el 2008 comenzó con esta actividad periodística, pero se publican desde el 2016 tras ocho años de duro trabajo…

R.- Así es. Tengo 12 tomos de todo el trabajo recopilado. Después de 2016, mientras se publicaban unos, elaboraba otros. En el Carrión publiqué 91 y después, en el Diario Palentino, empezaron a ver la luz desde el 18 de enero de 2021. 

P.- ¿Cuál es el que mejor sabor de boca le ha dejado?

R.- Hay varios. Uno se llamaba ‘Vino el burro loco’ que fue el número 55 y que se publicó en mayo de 2019 en El Carrión. Otro: ‘Un espectáculo taurino en Amusquillo’ o ‘El secuestro del oso’. Tengo un gran recuerdo de muchos. En total he elaborado cerca de 300.  

P.- ¿Y la idea del libro cuándo llega?

R.- La tengo desde el principio. Lo de publicarlo en prensa es lo que surge posteriormente. Tenía claro que quería sacarlo en un libro. Es una labor que implica un gran esfuerzo para mí porque yo tengo otro trabajo y solo puedo ir en los ratos libres hasta los pueblos que están lejos, pero es una gran satisfacción que el deseo se haya hecho realidad.

Fernando con su libro en su despacho

P.- ¿Cuántos textos, si se puede cuantificar, hay en el libro?

R.- El libro lleva otro formato. Va por capítulos. Alguno lleva cuatro historias, otro diez. El Cerrato Insólito, que es como se llama, cuenta con un total de 16 capítulos y 275 páginas.

P.- No caben todas estas grandes historias en un solo libro, ¿Se plantea un segundo?

R.- Como no caben todos, la idea, tanto mía como del editor, es que esto se convierta en una colección. En el primer libro pone volumen I, con vistas a que haya más.

P.- ¿Qué busca con su libro?

R.- Reflejar la sociología de la comarca. Todo, contado por los propios habitantes.

P.- ¿Cuándo es la presentación de esta joya?

R.- La presentación oficial y primera sería el sábado 20 de julio en el Museo del Cerrato, en Baltanás, a las 19.00 horas. Después, están programadas más presentaciones en muchos pueblos, tanto de Palencia como de Valladolid.

P.- Me ha dado pinceladas a lo largo de la entrevista. Usted es profesor y ha tenido que hacer todo esto en sus ratos libres. Tiene mucho mérito.

R.- Soy profesor de contabilidad. Llevo en Valladolid desde que tenía 18 años. Estoy también en la Agencia de Prensa Deportiva Área 11, en Zoco Flamenco… pero me acaba dando tiempo a todo.  

P.- Objetivo y deseo que se marca.

R.- El dar a conocer historias, sucedidos, tradiciones, formas de vida antigua que vistas hoy parecen anecdóticas. Si no las recogía, se iban a perder. Eso me decían los vecinos. Es su memoria.