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La ciudad de Palencia ha comenzado con los preparativos para la Navidad. Los operarios llevan semanas trabajando en la instalación de la iluminación para estas fechas. Un hecho que ha creado cierta polémica. 

Desde el Ayuntamiento han ordenado la retirada de las guirnaldas que al parecer, se habían anclado en los entornos peatonales de la iglesia de San Miguel, un templo que fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1992.

Todo ello, tal y como han explicado desde el consistorio a través de un comunicado para "evitar las quejas" que estaban circulando sobre "la idoneidad de ubicar las luces en una zona de marcado carácter patrimonial y los posibles daños que se pudieran ocasionar". 

El Ayuntamiento de la capital palentina ha destacado que "en ningún momento se había producido daño alguno a las centenarias piedras del templo". Además, han añadido que tanto el Consistorio como la Diócesis "de mutuo acuerdo" han decidido ubicar las tiras luminosas en otro punto de la ciudad.

Desde el equipo de gobierno han destacado que la intención era "dar un mayor realce a una de las celebraciones más populares de la Navidad de Palencia como es el Bautizo del niño", un evento cuyo escenario es el perímetro de la iglesia de San Miguel. 

Un acto declarado de Interés Turístico Nacional, que el Consistorio pretendía potenciar. 

Las quejas que se han lanzado por redes y en algunos estamentos, han acabado con "una iniciativa que hubiera sido un éxito y que hubiese favorecido al tránsito de ciudadanos por la zona durante las fechas navideñas", han apuntado desde el Ayuntamiento. 

Tanto el concejal de Fiestas, Francisco Fernández, como la alcaldesa, Miriam Andrés, lamentan haber tenido que tomar esta decisión que "hubiera sido del agrado de la inmensa mayoría de vecinos y visitantes".

Si bien, con la retirada de las luces de la iglesia de San Miguel se contribuye a "evitar cualquier tipo de polémica en la ciudad" donde pudieran verse involucradas algunas partes totalmente ajenas a la iniciativa.