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Sonia Lalanda, la portavoz municipal de Vox sancionada en el Ayuntamiento de Palencia, ha disparado con munición potente. En una rueda de prensa convocada para hablar de la Zona de Bajas Emisiones en la capital palentina, ha aprovechado para argumentar la situación que está viviendo.

Este jueves se supo que el Comité Ejecutivo Nacional de VOX, por unanimidad, acordaba suspender durante seis meses de militancia y de capacidad de representación del partido a Sonia Lalanda, algo que para ella no tiene efectos. "No es una expulsión. Me habían abierto un expediente y la sanción es de seis meses de suspensión de militancia, por opinar y haber criticado al partido en redes sociales".

Ha anunciado, junto al concejal Emilio Polo, que se trata de un acto administrativo recurrible, pero que todavía no ha sido notificado. Eso sí, no podrá asistir a los actos de los militantes ni votar en las asambleas de Vox, al haber sido suspendida de militancia. Ha lanzado un aviso a su formación: “Puedo coger el acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional e ir al juzgado a defenderme, pero no tengo notificación alguna”.

La palentina, que no piensa entregar el acta municipal, ha recordado que fue en el mes de octubre cuando le abrieron un expediente. La denuncia fue de la vicesecretaria nacional de organización, basándose en una serie de tuits que había puesto, “donde manifiesto mi disconformidad con lo que está ocurriendo en el partido”.

Sin embargo, donde ha sido más dura es en la interpretación de lo que está pasando actualmente en Vox. “Esto es una auténtica picadora de carne”, ha anunciado sin tapujos. Lalanda reconoce que “no soy Juana de Arco, y no estoy sola, ni estoy sola, ni estamos solos, ni estamos solos en Castilla y León, y ahí lo dejo”.

Marcha de Gallardo

La portavoz ha reconocido que no se va, como le han pedido gente de Vox como su enemigo David Hierro, “porque yo soy de los muchos cientos que estamos ahora mismo en España pendientes de ver si conseguimos recuperar el Vox secuestrado”. No ha dudado en reconocer que Vox está secuestrado por una oligarquía o autócratas que no están atendiendo a cuáles son los principios del manifiesto fundacional. Y aquí al final han ido matando de uno en uno, porque se ha ido a la gente de una en una, de una en una, y encima se van con deshonor. Y no hay derecho a eso, porque cuando tú das el paso para entrar en unas listas quedas marcado”.

Curiosamente también ha tenido palabras de apoyo para Juan García-Gallardo, dimitido de todos sus cargos el pasado lunes. “La marcha de Gallardo ha sido con absoluta dignidad y con un escrito que todos pudimos leer. ¿Qué pasó después en la rueda de prensa liderada por David Hierro? Se tiró a la yugular. Dice que aquí no hay líderes. El único líder nacional es Abascal. Si nadie le discute el liderazgo nacional a Abascal. Pero un problema que tiene Vox y que yo ya planteaba en la legislatura anterior es que va en contra de los liderazgos”.

Guerra con Hierro

En ese sentido, Lalanda ha considerado que existe una guerra establecida desde hace años entre el actual portavoz de Vox en las Cortes, David Hierro, y ella. “Se les ha hecho la boca agua y se han dedicado a decir que me habían expulsado del partido y yo ayer me levanto con esa noticia sin haber recibido nada. Me tienen que dar traslado de ese expediente y tengo derecho a hacer alegaciones, todo tiene sus cauces porque estamos en un estado de derecho", apuntó.

Lalanda ha querido agradecer todas las muestras de apoyo que está recibiendo. “Personas que no son de Vox, personas de Vox, por supuesto, pero personas de ideología que no tienen nada que ver conmigo, de sindicatos, de increíble. Parece que me he muerto, porque es muy grato en vida recibir todo este cariño”.

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