El presidente del Partido Popular de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha ofrecido este martes su última comparecencia en la sede autonómica de su partido para analizar la situación en la que se va a producir su despedida y el comienzo de la etapa de Alfonso Fernández Mañueco al frente del PPCyL, después de vencer con claridad a Antonio Silván en las primarias.

Esa circunstancia va a producir una bicefalia ya que hasta las elecciones autonómicas de 2019 y a diferencia de como ha ocurrido en los últimos quince años, el presidente de la Junta no liderará al PP en la Comunidad. Una bicefalia que Herrera ha asegurado que afronta con normalidad. “No me planteo renunciar, decidí afrontar la legislatura, negociar el acuerdo con Ciudadanos para poder gobernar, esa fue mi voluntad y sigue siendo la misma hasta que termine el mandato”, ha afirmado.

A preguntas de los periodistas, Herrera ha matizado que esa es su intención “en principio” y ha reconocido que “puede haber circunstancias” que cambien el devenir de los acontecimientos, “como ocurrió con Juan José Lucas”.

Sobre su relación con Mañueco, Herrera ha destacado que lleva junto a él en la dirección regional del PP “desde hace quince años, eso demuestra gran confianza; siente una gran pasión por el partido, es incluso más hombre de partido de lo que lo he sido yo”, y ha agregado que confía en que la relación entre ambos a partir de ahora “va a ser fácil”.

Sobre el futuro equipo que conforme Mañueco en la dirección el PPCyL, Herrera ha indicado que es el alcalde de Salamanca quien debe “decidir qué personas van a estar junto a él, sé que se está trabajando en clave de integración y eso es lo importante, que nadie se quede fuera”, y ha reconocido que ha hablado con Mañueco sobre esa cuestión “pero en ningún momento de nombres propios”.
“Sólo le he pedido dos cosas: que siga cuidando al grupo parlamentario popular en las Cortes y que seamos consistentes con el programa, porque eses es nuestro contrato con los ciudadanos”, ha añadido Herrera.

Primarias

Sobre el primer proceso de primarias que ha realizado el PPCyL para que los afiliados pudieran decidir al próximo presidente del partido, Herrera ha defendido que ha sido un sistema que supone “un paso adelante para el partido que no va a tener marcha atrás porque hemos abierto un proceso que nos fortalece, hemos abierto el partido a los afiliados y han dicho que apoyan a Mañueco, que es un hombre que ha derrochado cariño por el partido”.

Herrera ha reconocido que el proceso “podría dar vértigo” a nivel interno al PP, pero ha enfatizado que “dar voz a los afiliados tenía sentido”. Sobre su postura de neutralidad en la elección entre Silván y Mañueco ha recalcado que era “lo que tenía que hacer” y ha restado importancia al hecho de que la mayor parte de los consejeros del Ejecutivo autonómico se alinearan con Silván porque “lo hicieron como militantes, porque era un proceso de partido, no de Gobierno”.

Balance

Juan Vicente Herrera ha explicado que el sábado, en el congreso autonómico del PP, “será el momento de hacer balance”, pero sí ha apuntado que los quince años (desde 2002) que ha estado al frente del PPCyL han sido “un privilegio, un honor hermoso y estupendo”.

Sobre los tiempos para gestionar su sucesión, Herrera ha reconocido que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, le insistió para que continuara, “pero acabó entendiendo mis motivos y que el momento de elegir al nuevo presidente debía ser en el Congreso, es lo más natural y razonable para el relevo”.

Herrera ha declinado la propuesta que ha planteado el PP de Burgos de que sea nombrado Presidente de Honor del PPCyL y ha recordado que para él “el mayor honor es ser militante del PP de Burgos y de Castilla y León”.