Tomas-Hidalgo

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Salamanca

ETA no debe disolverse

11 abril, 2017 03:07

Una disolución en términos estrictos es la incorporación de componentes de un producto a otro por medio del calor, el agua, la presión y otros medios. Las disoluciones asimilan los productos disueltos de tal manera que sal añadida al agua creará agua salada y si le añadimos azúcar a ese mismo agua crearemos agua dulce.

“Disolvamos ETA” con esta simplicidad y aplicando el mismo procedimiento, disolver ETA sería contaminar la sociedad.

Venimos hablando mucho de que con ETA no se puede andar con “zarandajas”, como decía mi abuela, con remilgos, medias tintas, vamos! como se está haciendo por parte de ciertos partidos. Lo llamaré “relativismo”.

Y es que para muchos, el daño realizado por ETA en la sociedad es relativo.

Pero ETA no ha matado de forma relativa, no ha secuestrado de forma relativa, tampoco la extorsión ha sido relativa, ni el robo, ni el miedo inculcado a la sociedad en 4 décadas es relativo, todo ello es objetivo, es cierto y es cuantificable.

Todo el terror disuelto por ETA en la sociedad española sigue estando en ella, la sociedad ha tomado parte de ese terror y lo ha inculcado como un elemento más de su composición.

Por ello, cuando hablamos de disolver ETA lo traducimos “buenamente”, por ejemplo, como si se tratara de la disolución de un partido o de un sindicato o de una manifestación.

Pero no es igual, si se disuelve un partido -institución legítima y democrática- éste y sus miembros se disuelven en la sociedad, de forma neutra la democracia vuelve a la sociedad, lo mismo pasa con los sindicatos si se disuelven, es la capacidad representativa de la sociedad la que retorna a la sociedad que se enriquece con ello, y si es una manifestación los componentes de la misma vuelven a ser ciudadanos normales que han ejercido su derecho a protestar y ese derecho una vez utilizado se disuelve en la sociedad.

Por ello, ETA no debe disolverse simplemente así, sin más. ETA debe pasar por el implacable y legítimo filtro de la justicia para clarificar todo el daño que ha hecho, purgar sus responsabilidades y solo así, con el reconocimiento a las víctimas, como mínima expresión de arrepentimiento debido, desaparecer en el oscuro recuerdo de la sociedad, pero nunca disolverse. ETA no debe disolverse, debe desaparecer.