Ciudad Rodrigo reduce su deuda un 42% desde 2015

El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ha reducido su deuda de manera sustantiva y significativa durante la presente legislatura. Al inicio de 2015 la deuda del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ascendía a 3.403.223,28€, mientras que el ejercicio 2018 comenzará con tan solo 1.954.707,23€, suponiendo apenas el 20,87% de los ingresos ordinarios del Ayuntamiento.

Las amortizaciones de deuda ejecutadas durante estos años han ascendido a las siguientes cantidades:

En total, se ha producido una amortización de 1.443.093,83€, que supone más del 42% de la deuda total existente al inicio de 2015.

Esta reducción importante del endeudamiento municipal se ha fortalecido durante el último año, 2017, con una amortización extraordinaria por importe de 373.056,26€ y que ha permitido liquidar dos de los préstamos existentes. Esta amortización extraordinaria, hay que recordarlo, se ha realizado gracias al remanente de tesorería del ejercicio 2016, en el que hubo una excelente ejecución presupuestaria que permitió no solamente cubrir los compromisos sino, además, financiar un plan de inversiones y, como se puede observar, reducir deuda.

Como destaca Manuel Choya, concejal de Economía y Hacienda: “la deuda municipal se sitúa actualmente en el 20,82% de los ingresos corrientes, un dato significativamente bajo, teniendo en cuenta que la normativa fiscal que aplica el Ministerio de Hacienda implica medidas de control a partir de un endeudamiento del 75% y medidas extraordinarias a partir del 110%”. Es, en palabras del concejal delegado “una demostración de que las cuentas municipales están, en términos generales y globales, en una buena situación”. Por este motivo, el concejal de Hacienda señala que “es incomprensible que con estos datos y con los de remanente de tesorería, el Ministerio siga tratando a todos los Ayuntamientos por igual con medidas de control y limitación del gasto con independencia de la situación real del Ayuntamiento”.

Esta reducción importante redundará, además, en una disminución de las amortizaciones ordinarias de los próximos años y, en definitiva, en la liberación de créditos que podrán dedicarse a otros fines, igual que ocurrirá con la reducción de los intereses de la misma.