Es la voz más autorizada del vestuario, la capitana y la jugadora con más partidos de la historia de Perfumerías Avenida y la que ha levantado, por dos años consecutivos, los tres títulos nacionales. Silvia Domínguez afronta un verano lleno de baloncesto, a pesar de que la competición con su equipo ha finalizado, con el Mundial en el horizonte lejano. Antes, hace repaso de lo vivido en otro maravilloso año, del futuro cercano y de su visión del nuevo Avenida con muchas caras ya conocidas.

Apenas si dio tiempo en el seno del equipo a degustar un nuevo triplete. Llegar de Girona, celebrar en la Plaza y muchas de las compañeras debían ya marcharse. Esa vorágine deja poco tiempo a la asimilación, que, eso sí, tras unos días, "empiezas a darle valor aunque como últimamente ganamos todos los títulos, se pierde un poco el valor de lo conseguido", reconoce la capitana en una entrevista con la página web del club. Sea como fuera, el balance de la temporada lo define Silvia en una palabra: satisfacción. Y es que en España "hemos conseguido lo máximo aunque es verdad que nos hubiera gustado llegar un poquito más lejos en Euroliga o Eurocup pero el equipo ha sabido competir".

Eso, echando la vista atrás. Ahora ya se piensa en la nueva temporada en la que "mantenemos muchas jugadoras", explica la base. "Eso es algo bueno porque hay muchos automatismos creados y ayuda al principio de temporada, más en una situación como la que vamos a vivir sin apenas pretemporada porque muchas, esperemos, estaremos en el Mundial", comenta Silvia. A partir de ahí, "tendremos que trabajar por ver cómo encajar a las nuevas y adaptarnos a una, quizás, nueva filosofía". Mirando a ese futuro, Domínguez tiene muy claro que empieza una nueva era en la competición nacional, "la gente tiene que olvidarse un poco de la superioridad de Avenida. Va a ser una de las temporadas más exigentes y eso se verá desde la Supercopa", si bien "nuestro ADN tiene que ser el mismo y seguir luchando por ganar y, además, es bueno para la competición que haya nuevos equipos que apuesten fuerte y dará vidilla".

Personalmente, Silvia va a vivir un verano raro, "sólo tendremos mayo para desconectar porque en junio ya hay que ponerse las pilas para la primera concentración, después unos días libres pero estando a tope físicamente para el Mundial y eso lo hace complicado", reconoce la capitana azulona. El reto del Mundial en casa es el siguiente plato para ella, "por un lado gustará tener a nuestra gente cerca en un Mundial pero es una presión añadida porque se espera mucho de nosotras", sentencia.