El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó días atrás los datos sobre movimientos naturales de población, que reflejan que las muertes ya duplican a los nacimientos en la provincia de Salamanca, los salmantinos tienen la mayor esperanza de vida de España y las salmantinas no tienen su primer hijo hasta los 31 años de media. Recientemente también se difundieron los datos de empadronados, similares a los del año 1910. Este lunes se han publicado los datos de población residente y movimientos migratorios, que vuelven a confirmar la continua despoblación del territorio charro.

A 1 de enero de 2018, últimos datos oficiales, Salamanca contaba con 333.714 habitantes, 637 menos que el pasado verano y 2.373 menos que un año antes. O lo que es lo mismo, siete habitantes menos cada día o, dicho de otra forma, un habitante menos cada tres horas y media. Y, si comparamos estos datos con hace apenas un lustro, son quince mil habitantes menos.

Descenso de población y envejecimiento de la que permanece. En concreto, hay 87.284 mayores de 65 años, trescientos más que hace un año, mientras que los jóvenes son 62.488, mil quinientos menos. La diferencia entre ambas generaciones se acrecienta cada semestre que transcurre y al mismo tiempo se reduce otra diferencia más significativa sobre lo que es la pirámide de población de Salamanca. Los mayores de 80 años, lo que ya se denomina cuarta edad, son 34.564, una veintena más, muy cerca de los niños menores de quince años, 39.245, un centenar menos, por lo que las posibilidades de relevo generacional son cada vez menores.

El descenso de la población también se debe en gran parte a la emigración. Entre junio y diciembre de este año se fueron al extranjero 634 salmantinos, cien más que hace un año, mientras que vinieron de otros países 1.301 personas, cuatrocientas más, siendo el saldo migratorio exterior positivo en 667 personas, el mejor datos desde el inicio de la crisis. En lo que se refiere a la emigración hacia otras provincias de España, se marcharon 2.227 personas, mientras que vinieron 1.758, es decir, un saldo migratorio interior de -469 personas.