El verano es la época más propicia para que los jóvenes obtengan el carnet de conducir. Concluidas las clases, son muchos quienes deciden obtener el permiso recién cumplidos los 18 años para así iniciar el nuevo curso motorizados. Sin embargo, este examen se antoja incluso más complicado que las pruebas finales de Secundaria o la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU), la denominada 'selectividad'.

Así se desprende de los datos de la Jefatura de Tráfico en Salamanca, pues durante el primer semestre los aprobados en la prueba teórica para el permiso B de coche rondaron el 70%, es decir, tres de cada tres aspirantes suspendieron sobre un total de dos mil. Cantidad que aumeta en la prueba práctica, donde sólo la mitad aprueba a la primera. No ocurre lo mismo con las motos, con el 90% de aprobados.

Cabe recordar que los exámenes ahora se realizan a ordenador, desterrando las pruebas con papel en las que había que marcar una cruz en la respuesta correcta. Sin embargo, esta facilidad en el desarrollo del ejercicio teórico se complicó hace seis al aumentar las posibles preguntas de 800 a 15.000, mientras que en el práctico se incluye la revisión de elementos mecánicos y de seguridad del propio vehículo y la conducción autónoma.