Más de medio siglo después de que se levantaran las Casas de los Maestros, las que fueran cuatro viviendas para profesores abrían esta misma semana como nueva oficina del Servicio Público de Empleo de Castilla y León. Muchos son los que durante estos días rememoran aquellos tiempos en los que los profesores del ahora CEIP Filiberto Villalobos residían en esas viviendas convirtiéndolas en lugar de atención de padres y aulas de refuerzo para alumnos. Eran otros tiempos.

Concretamente era la década de los 60, y en cumplimiento de la Ley del Ministerio de Educación de 22 de diciembre de 1953, el por entonces alcalde, Hilario García impulsaba la idea de realizar unas viviendas que servirían para evitar los problemas de acomodo a los profesores que llegaban a la Villa como nuevo destino. Se trataba de solventar una problemática que una vez resueltos los concurso y oposiciones les surgía a los maestros que se encontraban, con mucha frecuencia con el problema de encontrar una vivienda en alquiler que fuera asequible a los humildes sueldos de entonces.

El consejo provincial de Educación Nacional comunicaba en agosto de 1962 al alcalde la aprobación de la construcción de cuatro viviendas con el objeto de que el Ayuntamiento cediera a lo más breve posible el solar donde se levantarían dichas viviendas. Poco más de un año después, en julio de 1963, finalizaban las obras que se recepcionaban de forma definitiva el 6 de febrero de 1964.

Aunque el plano original incluían una zona de clase anexa a una vivienda, en Guijuelo, debido a la demanda se optó por realizar dos viviendas en lo que ahora ocupa el Servicio Público de Empleo de Castilla y León y otras dos similares en lo que desde la década de los 90 son las instalaciones del comedor anexas al colegio. Un pequeños vestíbulo daba paso a una vivienda que contaba con salón-comedor; tres dormitorios, cocina, baño y un pequeño despacho. Ahí fueron muchos los profesores que estuvieron de paso, y también los que durante años criaron a sus propios hijos.

Pero con el despegue de las comunicaciones, la mejora de la N-320 entre Guijuelo y Salamanca y la evolución de los automóviles, las viviendas empezaron a quedarse vacías pues el profesorado, en muchas ocasiones, optaba por no fijar en la Villa su lugar de residencia. Tras años en desuso, parte de las viviendas se transformaron en las nuevas dependencias del comedor escolar mientras que otra fue tapiada y la otra utilizada como residencia de un operario municipal.

Entrado el siglo XIX, dos de las viviendas permanecían vacías lo que llevó al Ayuntamiento, propietario de los inmuebles, a cederlo a los servicios del ECyL tras la aprobación por unanimidad en el pleno celebrado 28 de julio de 2015. En esa sesión, y con el beneplácito de todos los grupos, se procedía a la cesión gratuita del uso de los dos inmuebles por un tiempo de 30 años y se condicionaba el acuerdo a la realización sin coste alguno para el Ayuntamiento de las obras necesarias para el acondicionamiento de los inmuebles. Además, en ese acuerdo, se establecía la reversión automática al patrimonio del Ayuntamiento el uso del bien cedido gratuitamente, si éste no era destinado al uso previsto en el término máximo de cinco años debiendo mantenerse su destino durante el plazo establecido de 30 años siguientes.

Las obras, de las nuevas instalaciones comenzaban en noviembre de 2016 y finalizaban hace unos meses. Ahora, las escuelas de los maestros vuelven a tener vida, adaptándose a los nuevos tiempos y dando un inmejorable servicio transformándose en unas modernas instalaciones acordes a las necesidades del Guijuelo del siglo XIX.