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Salamanca criminal: pastillas de éxtasis, el trance hacia la muerte

23 julio, 2018 15:35

La crónica de sucesos está impregnada cada vez más con hechos delictivos hasta no hace mucho tiempo más propios de grandes urbes, de otras latitudes donde la delincuencia está a la orden del día. Pero la globalización también conlleva la expansión del delito y sus nuevas vertientes, que NOTICIASCYL les detalla cada domingo en una serie, acercándoles los detalles sobre prácticas cada vez más comunes en Salamanca.

Así ocurre con las pastillas de éxtasis, droga que vuelve a estar de moda entre la juventud. El supermercado de la droga incautado durante el festival hippie Lost Theory junto a Sotoserrano durante los últimos días sólo es la punta de un iceberg cuyo trance conduce hacia la muerte. Sobre todo en verano, cuando proliferan los festivales musicales en toda España. Porque el consumo de sustancias estupefacientes de diseño químico ha vuelto con fuerza y ya nada tiene que ver con la ‘ruta del bakalao’ de los años noventa o la ‘makineta’ de principios del siglo XXI en las macrodiscotecas.

Por ejemplo, está el Captagón, un fármaco creado en los años 60, utilizado para el tratamiento de la hiperactividad y la narcolepsia, y consumido en comprimidos. La fenetilina, de acción estimulante, era el compuesto activo de este medicamento hasta que su producción fue prohibida en los años 80. Desde entonces, los análisis realizados a decomisos de comprimidos de Captagón producidos ilegalmente han mostrado que están compuestos por combinaciones de anfetamina, metanfetamina y cafeína. Por lo tanto, actualmente Captagón es el nombre popular por el que se conocen las pastillas de anfetamina adulteradas y nada tiene que ver con su origen (nombre comercial de un fármaco).

También se comercializan en el mercado negro pastillas con el logotipo Tesla. Energy Control, el proyecto de reducción de riesgos de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo, ha detectado lotes de pastillas, vendidas como éxtasis, en una concentración muy alta, por lo que tendría efectos tóxicos muy graves. Esta pastilla, de 190 miligramos, es de color naranja y presenta una división por el medio en la parte posterior. Se trata de un estimulante con algunos efectos parecidos a la MDMA, pero más suaves. Consumida en dosis muy altas, puede provocar efectos tóxicos graves.

Las consecuencias físicas de la ingesta de esta droga, cuyo compuesto químico es la para-fluoroanfetanima, comienzan a los 60 minutos, aproximadamente. Tiene una duración de efectos plenos de entre 10 y 12 horas. Sus consumidores, que suelen tomar estas pastillas en ámbitos lúdicos y festivos, tienen una sensación de euforia y aumento de energía o estimulación. Pero los efectos secundarios son el bruxismo, el insomnio, pérdida de apetito, nerviosismo y ansiedad. En dosis altas y repetidas, pueden llegar a producir hipertermia y neurotoxicidad y en algunos casos muy graves se han descritos hemorragias cerebrales. Las consecuencias son peores si se mezclan con alcohol u otras drogas.

La droga alucinógena de moda en España es la denominada ‘molécula de Dios’, DMT, una sustancia que tradicionalmente se podía encontrar en la ayahuasca. Su origen data de hace cientos de años, pero en los últimos tiempos su consumo se ha popularizado. En Google, basta con poner las palabras clave para encontrar algunas páginas que ofrecen "viajes chamánicos" o "retiros de la ayahuasca" en distintas ciudades.

En realidad es la bebida resultado de la combinación de dos plantas, la propia ayahuasca (Banisteriopsis capi) y arbustos como la chacruna (Psychotria viridis). Ésta y otras plantas contienen DMT (dimetiltriptamina), una sustancia que provoca importantes alteraciones en la conciencia y potentes alucinaciones en los sujetos que la toman. De hecho, tomar estas hojas por separado no provoca ningún efecto en nuestro organismo, y sólo a través de la mezcla de ambas plantas se consiguen. El DMT también está presente en la piel de algunos sapos como el bufo alvarius, cuyas glándulas segregan esta sustancia que también se puede fumar y que, unido a las alucinaciones, genera en aquellos que la inhalan un gran estado de ansiedad y euforia.

Los efectos que provoca la dimetiltriptamina son únicos y no se pueden equiparar a los de ningún otro psicotrópico. Así, puede provocar náuseas, vómitos y temblores entre aquellos que lo consumen. Sin embargo, estos son problemas menores. Porque el DMT puede llegar a producir descompensaciones psicóticas y a desencadenar importantes cuadros de esquizofrenia, así como disfunciones en el córtex cerebral.

Y es que, además, los expertos en drogas alertan de la creciente pureza del éxtasis, pudiendo provocar la muerte instantánea. Los análisis realizados por las autoridades en pastillas con MDMA detectan el doble de pureza que en años anteriores. Los efectos de este alto nivel son peligrosos, un combinado explosivo que puede acabar con un fin de fiesta trágico, con música fúnebre y en una discoteca perpetua: el cementerio.