Representantes del sindicato CGT han comparecido este martes para solicitar la paralización del derribo del Hospital Cínico Universitario de Salamanca, tal y como está anunciado en el marco de la construcción del nuevo complejo hospitalario que comenzará a dar servicio en 2019. Para la organización sindical, la demolición de esta infraestructura es un “dispendio innecesario” que pone de manifiesto la “política de derroche” y la “falta de utilización de recursos” por parte de la administraciones local y regional.

En este sentido, el secretario general de CGT Salamanca, Juan García, ha apuntado que sería más económico y más saludable desde el punto de vista medioambiental que el edificio que ahora ocupa el Clínico fuera reutilizado en lugar de destruido. En general, el sentir del sindicato es que las administraciones están llevando a cabo mucha obra pública que en su opinión es innecesaria. Ponen como ejemplos las remodelación del parque Julián Sánchez El Charro o el bulevar del paseo Canalejas. “Se comportan como si fuéramos ricos y lo que hacen es beneficiar a construcciones afines”, ha acusado.

Por su parte, Chema Lorenzo, afiliado de CGT, ha manifestado que el edificio que alberga actualmente el Hospital Clínico Universitario de Salamanca cumple todos los requisitos para dar un servicio correcto de asistencia, docencia e investigación. Apunto que los únicos problemas que presenta están relacionados con el espacio y la climatización. Algo que, en este último punto y según su visión, podría ser subsanado con una inversión mínima. Mu por debajo de lo que cuesta el derribo del edificio entero y la construcción de otro más pequeño.

CGT ha destacado que la propuesta que presentan para remodelar el complejo asistencial salmantino no dista en demasía de la que ha presentado Sacyl, solo cambia el hecho de mantener el edificio actual en lugar de construir uno nuevo. Derribando, eso sí, una parte del mismo para no interferir con los nuevos edificios levantados. Además, Lorenzo ha mantenido que con el nuevo hospital se perderán 250 camas y de esta manera se mitigaría es pérdida. “El nuevo edificio solo mejoraría el aspecto. Será más bonito por fuera”, ha valorado.

De igual manera, el secretario general de CGT Salamanca ha apuntado que los edificios del Virgen Vega y La Maternidad tienen un futuro incierto. Ambos pertenecen a la Administración General del Estado y “no sabemos qué van a hacer con ellos”. Por ello, García ha querido subrayar la “política de nuevos ricos” que están llevando a cabo esta administraciones y ha pedido que “no se especule con dinero público para que los beneficios acaben en manos de unas pocas personas”. CGT elevará una carta al consejero de Sanidad reflejando todas estas reivindicaciones.