El cardenal Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela y primer cardenal español que nombró el papa Francisco, ha fallecido este jueves a los 89 años, tras permanecer ingresado en Málaga al sufrir un ictus. El purpurado fue rector de la Universidad Pontificia de Salamanca en la década de los setenta.
Según han precisado a través de un comunicado, desde 2007 residía en Málaga, donde seguía colaborando con la Diócesis en la formación teológica y en el acompañamiento espiritual.
Fernando Sebastián Aguilar (Calatayud, 1929) ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Corazón de María en 1945 y fue ordenado sacerdote en 1953. Hizo estudios de Teología en Roma y en Lovaina, obteniendo el doctorado en 1955.
Desde 1956 hasta 1979 centró su actividad en el estudio y la enseñanza de la Teología Dogmática, primero en los centros de la Congregación Claretiana y a partir de 1967 en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca, en donde fue Decano de la Facultad y Rector de la Universidad entre 1971 y 1979. En septiembre de 1979 fue consagrado obispo de León.
En 1982 fue elegido secretario general de la Conferencia Episcopal Española, permaneciendo en este cargo hasta 1988; y en abril de ese año fue nombrado Arzobispo Coadjuntor de Granada.
Además, fue administrador apostólico de la Diócesis de Málaga de 1991 a 1993. Asimismo, fue secretario general de la Conferencia Episcopal Española de 1983 a 1988 y vicepresidente de la misma en los periodos de 1993 a 1999 y de 2002 a 2005.
En 2007, el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia al Arzobispado de Pamplona y Tudela por razones de edad. Desde entonces fijó su residencia en la Diócesis de Málaga, donde ha continuado formando a laicos, religiosos, seminaristas y sacerdotes a través de los centros teológicos de la Diócesis y en numerosas conferencias.
Como administrador apostólico de la Diócesis de Málaga, fue presidente fundador hace 26 años de la Fundación Victoria; de igual modo, impulso la construcción de la Casa Sacerdotal.
Asimismo, en el año 1993 fue nombrado arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, sedes de las que es emérito desde julio de 2007. Participó, además, en seis asambleas del Sínodo de los Obispos. En 2001 la Universidad Pontificia de Salamanca le entregó la Medalla de Oro en reconocimiento a sus servicios como catedrático, decano, rector y gran canciller. El papa Francisco lo creó cardenal en el consistorio celebrado en Roma.
En concreto, fue el 22 de febrero de 2014, ya residiendo en Málaga, cuando fue creado cardenal por el papa Francisco, siendo el primer cardenal español del nuevo pontificado. Durante estos últimos años, Sebastián ha concelebrado asiduamente la Eucaristía, junto al obispo de Málaga, Jesús Catalá, en la Catedral de Málaga y en la mayoría de las celebraciones diocesanas.