Hace sólo 24 horas parecía imposible, hace 48 sonaba a broma, hoy es una realidad. El baloncesto, como otros deportes, son estados de ánimo y la alegría va por barrios. Hoy le toca quedarse a dormir en Salamanca después de que Perfumerías Avenida se haya impuesto en el Clásico de Liga DIA a Spar CityLift Girona 80-53. Doble golpetazo de entidad de las charras que, de una tacada, se quitan los malos fantasmas del jueves, se quedan solas en el liderato y le devuelven el basketaverage a las catalanas en forma de paliza, una por otra. Un partido madurado a fuego lento y acelerado en su cocción en el momento más complicado, a partir del final del tercer cuarto, con un final apoteósico en un Würzburg que colgó el "no hay billetes". Cuatro jugadoras en dobles dígitos de anotación, en especial una Erika sobresaliente, imperial, que se fue a los 31 de valoración demostrando que lo de la Copa no fue flor de un día.

La gran incógnita, cómo respondería Würzburg y su equipo al varapalo de hace dos días. La primera "x" se despejaba cuando el pabellón se llenaba hasta la bandera. La segunda tardaría un poco más. Y es que el partido comenzó en unos guarismos de anotación impresionantes, fuera presión y nervios, con ambos equipos anotando con demasiada facilidad, algo que, evidentemente, a Miguel no le gustaba un pelo. Después de que Girona comenzara a mandar, aprovechando una Hampton muy certera, Avenida comenzó a tomar las riendas del partido a la misma vez que encontraba el aro Jewell Loyd, para finalizar 20-17 tras los diez primeros minutos.

En cuanto la defensa subió un ápice de intensidad, el partido cambió radicalmente, moviéndose en un terreno más propicio para las azulonas que secaban en ataque la producción visitante, dejándolas en sólo cinco puntos en cinco minutos del segundo parcial. Sin embargo, en cada intento de escapada charro faltaba definir, triples que no entraban, pérdidas o buenas acciones no concluidas en canasta. La pelea de ambos equipos bajo aros era digna de una película épica, cada balón era un tesoro. Avenida aprovechó el fondo de armario, y otro momento de brillantez de Loyd antes de retirarse lesionada, para conseguir la máxima antes del descanso, 36-26.

La reanudación podía marcar el devenir del choque y lo marcó negativamente para un Avenida que no encontró aro durante más de cuatro minutos. Por contra, UniGirona endosaba un 0-12 de parcial para retomar el mando en el marcador y hacer aparecer fantasmas del pasado reciente. Ahí llegó la gran respuesta de Perfumerías Avenida. No hubo bloqueo, hubo tesón, convicción y carácter para sacar el partido desde la defensa, destacando la labor para frenar a la dirección de juego visitante tanto de Asur como de Silvia, impecables ambas. En un visto y no visto, como un huracán con Loyd y Erika como estiletes, las charras devolvían el parcial para situarlo en 14-0 y terminar el tercer parcial muy encarrilado,  59-43.

De nuevo 16 de diferencia con diez minutos por jugar, pero hoy no era ese día. El equipo siguió apretando de lo lindo, con un hambre voraz de sangre, con la mirada de ataque en todas sus jugadoras. Ejecutaban a la perfección la reina de la pintura, la brasileña y el corazón de Givens para levantar a un pabellón enloquecido con las suyas. Parecía impensable devolver el agravio del partido de la primera vuelta pero comenzaba a estar más cerca. Y es que UniGirona ya estaba desesperado, cometiendo una y otra vez faltas de impotencia que no hacían sino aumentar la renta perfumera. Al final, doble objetivo conseguido, victoria y basket average devuelto. Lo dijo Miguel Ängel Ortetga ayer, era el objetivo, y lo creíamos impensable. Nada lo es cuando se saca el carácter.

PERFUMERÍAS AVENIDA 80- SPAR CITYLIFT GIRONA 53 (20-17, 16-9, 23-17 Y 21-10)

Avenida: Asurmendi (6), Eldebrink (0), Elonu (10), Gil (2) y De Souza (20). Jugaron también: Loyd (16), Givens (14), Dominguez (6), Robinson (6) y Goree (0)

UniGirona: Martínez (4), Palau (5), Williams (12), Hampton (14) y Colhado (6). Jugaron también: Buch (3), Oma (2) Sánchez (5) y Dongue (2)

Partido disputado en Würzburg lleno