El parque de Huerta Otea fue abierto al público en 2006, con una superficie de 100.000 metros cuadrados y una futura y prometedora vegetación como jardín botánico con especies muy variadas,lo que justificóel alto presupuesto y la necesidad de mantenerlo cerrado al público durante bastantes años. El parque, estaba dividido en 4 zonas: el “parque de los arces”, junto al Hospital Clínico, cuyas obras estaban a punto de comenzar, la “chopera”, el “talud” con su correspondiente estabilización, infraestructuras y plantación de distintas especies y finalmente la más extensa, llamada “Huerta Otea”.
José M. Lorenzo Huerta, en representación del Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca, denuncia que "nada es lo que se parece ni se nombra cuando la intención no es otra más que la de ganar unos votos ante unas elecciones próximas o la de beneficiar a o beneficiarse en un proyecto urbanístico. Y es que, aquel proyecto, junto con algunas mejoras en Los Jerónimos y en el paseo fluvial supusieron la nada despreciable cifra de 11 millones de euros. Eso sí, el Ayuntamiento sólo pagó una pequeña parte, un 15%, la misma cantidad que la Junta de Castilla y León, el resto la Unión Europea, que no fue ni es capaz de supervisar los proyectos más allá de que la documentación sea la correcta: los papeles suplantan a la realidad y así nos va".
De aquel parque botánico, inaugurado hace menos de 13 años, más de la tercera parte ha sido destruida primero por las obras del Hospital Clínico y segundo, por las del nuevo vial que da acceso a una de sus entradas. La cosa es grave, porque ya sabían por el Plan General de Ordenación Urbana y por el Plan Director del Complejo Hospitalario que ahí iba el nuevo vial. Pero corría prisa en gastar dinero….. De los viales pavimentados con madera, los bancos, el parque de los Arces, la Chopera, el Talud, las escaleras de acceso a San Vicente, la valla perimetral… no queda nada.
Del tema “botánico”, también nos podemos olvidar, no queda ni rastro. El Ayuntamiento ha sido incapaz de mantener la vegetación original por dejadez en los cuidados de las plantas, de los rótulos que identificaban las plantas, queda alguno oxidado que no se puede leer y lo que es peor todavía, 13 años después estamos con un parque a medio hacer.
Y ahora vuelta a empezar. El gobierno municipal nos vuelve a vender la historia del botánico para gastar otro montón de dinero en un modelo de parque que no es ni necesario para los vecinos de esta zona de la ciudad ni el adecuado por la situación, la mala calidad de los suelos (escombros y todo tipo de residuos), el espacio disponible, y mucho peor, la nefasta gestión que se viene realizando desde este Ayuntamiento a lo largo muchas décadas de las zonas verdes.
Los jardines botánicos tenían interés hace más de un siglo, cuando no había otra manera de conocer ni estudiar la vegetación de otros continentes. Hoy día, pueden tener interés para la investigación, pero eso tendría que ser gestionado desde otras instituciones, no desde el Ayuntamiento.
Por eso, pedimos la inmediata paralización del proyecto como jardín botánico y reivindicamos la simple restauración del paisaje de la ribera del Tormes en la zona afectada por las obras del Hospital y el nuevo vial de acceso entre San Vicente y Ramos del Manzano.