Castilla y León

Castilla y León

Salamanca

Arapiles se prepara para una nueva recreación histórica de la batalla

16 julio, 2019 19:56

El 22 de julio de 1812 los tesos de Los Arapiles, a pocos kilómetros de la ciudad de Salamanca, fueron testigos de una de las principales batallas de la Guerra de la Independencia, en la que participaron más de 100.000 soldados de ambos bandos. El ejército aliado (ingleses, portugueses, alemanes y españoles), bajo el mando del Duque de Wellington, derrotó al francés, comandado por el mariscal Marmont. Los franceses sufrieron 12.500 bajas, y los aliados unas 5.200. Para los historiadores la derrota en Los Arapiles supuso el principio del fin para Napoleón.

Para conmemorarlo tiene lugar este fin de semana en el pueblo de Arapiles un programa de actos que incluye desfiles de trajes, campamento, mercado de época, ofrenda y noche blanca, entre otras celebraciones. Un recorrido señalizado lleva al viajero por los distintos emplazamientos del campo de batalla, finalizando en el monolito situado en lo alto del Arapil Grande, que conmemora la gesta.

Este sábado estará disponible durante toda la jornada un campamento de época y el aula de interpretación, donde a mediodía habrá una charla explicativa sobre la Batalla. Por la tarde, la Asociación Cultural y Deportiva Batalla de Arapiles protagonizará un desfile de trajes de época por las calles del municipio, dando paso después a una demostración histórica, cena popular con con pollo con patatas. El domingo será el turno para la ofrenda a los caídos durante la batalla, a las 11:30 horas en el Arapil Grande.

En el pueblo se halla un aula de interpretación permanente, que informa de los pormenores de la batalla: paneles, reproducciones, elementos de la época, maquetas, material videográfico y un espectacular diorama. Además de un audiovisual, el aula cuenta con llamativos paneles, reproducciones de armas de la época y varias maquetas. La más grande de estas maquetas impresiona: de más de cinco metros de longitud, alberga 5.200 figuras de poco más de un centímetro de altura, representando con total fidelidad uno de los momentos clave de la batalla.