Con motivo de la celebración de los 50 años de la llegada del hombre a la luna, el Centro Comercial El Tormes ha acogido esta tarde una charla sobre la historia desconocida de la llegada del hombre a la luna, impartida por Rafael Clemente, autor del libro “Un pequeño paso para (un) hombre, la historia desconocida del proyecto Apolo”.
El experto en exploración espacial, director del proyecto del primer Museo de Ciencia y Planetario de Barcelona y asesor de CosmoCaixa en diversas exposiciones, vaticina que el próximo astronauta que pisará la luna será chino. “No hay riqueza en la luna, no hay diamantes ni oro. Solo interesa la ciencia y el coste es demasiado elevado. Además, hoy en día no existe ya la competencia entre potencias por ver quién llega primero”. De ahí que considere que China sea el país que lidere la próxima expedición a la luna, a pesar de la apuesta de Trump, con un presupuesto actual de 1.500 millones de dólares, por adelantar un alunizaje de la NASA al año 2024.
Rafael Clemente ha demostrado hoy ser un gran conocedor de los programas espaciales que llevaron al hombre a la luna el 21 de julio de 1969. Una aventura que comenzó el 12 de abril de 1961 cuando el soviético Yuri Gagarin se convierte en el primer hombre en viajar al espacio.
En 1962, en plena Guerra Fría con la URSS, el entonces presidente John F. Kennedy anunciaba su intención de que Estados Unidos lograra llegar a la Luna antes de que terminara la década.
Diferentes programas, algunos fallidos, para que el 16 de julio de 1969, la nave Apolo XI pudiera despegar con los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins a bordo.
Rafael Clemente ha detallado los entresijos de estos programas, las alternativas estudiadas y también algunas anécdotas del que es uno de los acontecimientos históricos más importantes del siglo XX.
Ha hablado de la primera foto tomada en la luna, donde adquiere protagonismo una bolsa de basura arrojada por los astronautas nada más alunizar. Pero no sería lo único que dejaron en el satélite, lo importante, ha comentado, era quitarse peso. De ahí que Armstrong y Aldrin soltaran también las mochilas, cuyo peso sería sustituido por los kilos de roca lunar que viajaron a la tierra. Unas mochilas que, al caer, según cuenta Clemente, borraron la conocida y famosa huella de Armstrong sobre la luna.
El colaborador de El País Digital y Diari Ara para temas de exploración espacial se ha referido también a los egos de los astronautas, seguramente responsables de que existan más fotos de Aldrin que de Armstrong sobre la luna; y de las crisis que los tres héroes han sufrido después de lograr una hazaña que ha estado reservada para muy pocos.
Con numerosas preguntas y curiosidades por parte de los asistentes y con el agradecimiento del público por esta clase magistral concluyó la charla de Rafael Clemente con la que el Centro Comercial El Tormes ha querido celebrar el 50 Aniversario de la llegada del hombre a la luna.