El sindicato CSIF ha exigido este jueves por carta al Consejería de Sanidad el cese del contrato con la empresa alimenticia Vitarest, poseedora de la concesión del servicio de manutención de los sanitarios durante sus guardias. El presidente del Sector Autonómico de Sanidad del sindicato, Juan Carlos Gutiérrez Rodilla, ha argumentado su petición en la misiva por las deficiencias que han encontrado.
Tras varios días desde la reimplantación de la manutención al personal de guardia de atención primaria, el presidente sindical asegura que “no se ha visto mejor en el servicio de cáterin”. CSIF desconoce si las dietas llegan a su destino en medios de transporte refrigerados y lamenta que no se hayan dictado instrucciones sobre cómo proceder con la comida a la hora de calentarla. En este sentido, apunta que viene envases de plástico y desconocen la degradación que puede tener al ser calentada en ellos.
De igual manera, recuerda que se han producido incidencias por contener alérgenos que han afectado a sanitarios que habían especificado en la ficha sus alergias. Además, denuncia que ha llegado caducada, con posterioridad a los horarios establecidos, en mal estado, con pésima presentación y con multitud de estabilizantes, conservantes, grasas saturaras, como el aceite de palma, y además, remitiendo para emergencias productos procesados de baja calidad.
Por todo ello, CSIF considera que la empresa Vitarest está incumpliendo con el pliego de condiciones y no creen que, a corto plazo, puedan solucionarlo, ya que "son simples intermediarios” porque la comida la está preparando un centro sociosanitario de hermanas hospitalarias. “Esto nos hace pensar que Vitarest solo busca su lucro a costa de la salud de los profesionales”, concluye.
Desean que se le retire la concesión y vuelvan los vales en restaurantes autorizados, tal y como era antes de la retirada de la manutención por la crisis. Además, es el sistema deseado por los profesionales en base a la encuesta realizada por este sindicato el pasado año. En cualquier caso, CSIF cree que si la Consejería insiste en la línea fría debería implantar una cadena de producción propia como la del Hospital de Zamora.