Las gradas eran el otro gran aliciente del derbi. Después de que las peñas de Unionistas decidieran no acudir al encuentro, existía la duda de cuántos aficionados de los visitantes acudirían. Finalmente fueron cerca de una centena que, además, no dejaron de animar a su equipo durante los 90 minutos.
Buena entrada en el resto del estadio donde solo existían asientos libres en los laterales de Tribuna, así como en la zona no habilitada de preferencia y partes de la zona baja y también laterales de los fondos, pese al día de ayuda al club que obligó a los presentes a pasar por caja.
La batalla de cánticos, así, estaba servida. Ya desde antes de comenzar, incluso en las inmediaciones del encuentro, donde todavía se vendían entradas, los hinchas del Salamanca UDS cantaban contra Unionistas, lo que obligó incluso a la Guardia Civil a estar atenta a lo que pudiera pasar.
Ya dentro, la batalla de gallos alternaba los cánticos en favor de su equipo con las referencias a la afición y equipo rival, aunque sin mayores consecuencias que las propias del fútbol y alguna situación anómala cortada por la Guardia Civil. En el minuto 23, que se corresponde con el año de fundación de la Unión Deportiva Salamanca, además, ambas compartieron su himno, como ya es habitual.
Entre los aficionados presentes, sin entrar en estos cánticos, estuvieron también viejos conocidos de la afición como Juanan o Garban, así como una representación del Guijuelo encabezada por su técnico, Ángel Sánchez, o el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que ya había anunciado su presencia.