El Club Deportivo Guijuelo se impuso al Burgos este sábado en el Municipal (3-0. Los de Ángel Sánchez fueron netamente superiores al conjunto burgalés y se impusieron con un doblete de Fekir y un tercer tanto, de penalti, obre de Espina. El Guijuelo toma aire en la zona baja y confirma las buenas sensaciones que había dejado en las últimas semanas.
El Guijuelo saltó con ganas de estirar su buen momento de juego y trató de amasar la mayor cantidad de balón posible. Por dentro, Adri Cruz y Cristóbal trataban de conectar con un Fekir muy activo desde el arranque. Al paso por el 10' metió un buen centro a Espina que no supo concretar su remate entre los tres palos. Fue el primer aviso y toda una declaración de intenciones de los de Ángel Sánchez. El segundo llegó en el 23' cuando a punto estuvo de cabecear a la red Jonathan Martín, pero Toché sacó el cuero bajo palos.
A partir de ahí el Burgos creció en el partido y comenzó a rondar los dominios de Guille Vallejo. El propio Tochó conectó un buen remate en un córner, pero no encontró portería. Tras un periodo sin dueño el Guijuelo se encontró con el primero. Fekir enganchó un balón dividido en el área y lo mandó a guardar en el 37'. En los siguientes minutos quiso reacionar el Burgos y obligó a actuar a Guille Vallejo, en el 39' a remate de Indiano y en el 45' tras un disparo de Piculichi.
En la segunda mitad el Burgos reestructuró su defensa, abandonó los tres centrales y se fue a por el empate. En el 53' a punto estuvo Toché de lograr la igualada pero su remate de puntera no encontró la red chacinera. El Guijuelo, sin embargo, enseñó los dientes a la contra cada vez que pudo. Lara, a la carrera a la espalda de los centrales, puso en problemas a Jorge Palatsí que necesitó de la colaboración de Córdoba para apagar el peligro.
No podría, no obstante, poco después cuando Fekir logró su segundo tanto tras resolver una gran jugada entre Adri Cruz y Luis Lara. El delantero solo tuvo que empujarla. Era el minuto 64. Comenzó un carrusel de cambio que en las filas del Buergos tenía el objetivo de agitar las cartas y en el bando chacinero apuntalar el juego y perder unos minutos. Entre otros se marchó Fekir que dejó su sitio a Carmona y se llevó la ovación del Municipal. Antes del 90', Espina colocó el tercero de penalti y redondeó una gran tarde en el coliseo guijuelense.