Son muchos los avisos que se han tenido ya de que los trabajos del futuro todavía no están inventados. Los que sí lo están son los actuales, que podrían tener su fecha de caducidad en algún caso.
Según un estudio de McKinsey Global Institute, la Universidad de Oxford y el Banco Mundial, entre 400 y 800 millones de trabajadores podrían ser desplazados de sus puestos de trabajo hasta el 2030 por la automatización de sus labores.
Así, y en vistas a que ya el 29% de las tareas son completadas por una máquina, IMF Business School ha realizado un análisis sobre los siete puestos de trabajo con mayor probabilidad de desaparecer o transformarse durante esta década.
En primer lugar se encuentran los camareros, con un potencial de automatización en estas tareas del 77%, según un estudio del ‘Center for an Urban Future’. En segundo, los operarios de industria, donde ya cerca de 400.000 puestos han sido ocupados por robots en Europa desde el 2000.
En tercer lugar se encontrarían los chóferes después de que ya se hayan visto las primeras pruebas de coches autónomos, un avance tecnológico que también tendrá impacto en el sector de la automoción y transporte. Los maquinistas de tren podrían seguir el mismo camino con 17 líneas de metro totalmente automatizadas ya funcionando en Europa, entre las que se encuentran tres en Barcelona.
En quinto lugar, los carteros, cuyo volumen de reparto de cartas y postales ha disminuido con el correo electrónico. Además, las entregas de paquetería también tienen su competidor en los drones, que ya utiliza Amazon.
Los agricultores también se encuentran en peligro de extinción. Los continuos avances en el campo pueden seguir con la inteligencia artificial, los drones y el Big Data. Por último, los abogados, amenazados por softwares de Inteligencia Artificial y Big Data capaces de revisar una gran cantidad de documentos jurídicos en poco tiempo.