Con 100 metros de tiras led en varias zonas del coro de la Catedral Nueva, se ha conseguido redescubrir este tesoro que custodia el templo. Como destaca el canónigo Jesús Terradillos, “con la iluminación que tenía hasta ahora, pasaba muy desapercibido, no era la oportuna”.
Y con fondos propios de la Catedral, cerca de tres mil euros, se ha procedido a instalar una nueva iluminación, tipo led, “primero la parte de arriba, y después, el resto, incluido el facistol (elemento donde se ubicaban los libros de cantorales)”.
La existencia de este coro data del año 1560, cuando se instala con mobiliario del que existía en la Catedral Vieja. Fue en 1724, como apunta Terradillos, cuando el cabildo inició el proceso de la estructura actual. El diseño fue de Joaquín de Churriguera, pero tras su muerte, lo retomó su hermano Alberto. Para la talla de los estalos, contaron con diferentes maestros, y junto a José de Larra lo hicieron Alejandro Carnicero, Antonio Ferrer, Antonio Carrera, Francisco de Tordesillas o Juan de Mógica, entre otros.
La talla de los estalos se prolongó durante siete años
El coro tiene una forma de U, con dos niveles de estalos. Los superiores tienen un respaldo de mayor altura, y se rematan con un dosel. En la parte alta, se contabilizan 57 estalos, y en la de abajo, 39, más dos escaños que ocupan el espacio de ocho sillas, en los extremos más próximos a la vía sacra. Este último espacio se reservaba para las personas más mayores o enfermos, para facilitar su movilidad.
En el coro destaca el estalo episcopal, en cuyo respaldo se ha labrado el relieve de Cristo Salvador, y desde éste, a derecha e izquierda está el apostolado, los evangelistas, los santos vinculados con la Iglesia de Salamanca, los principales santos de la Iglesia hispana, los doctores máximos y los titulares más relevantes de sedes peninsulares. En todos estos casos, las tallas están identificadas, no ocurre lo mismo con las del coro bajo, donde están talladas mártires, vírgenes y santas, que apenas se identifican.
De entre ellas, destacan varias talladas por José de Larra: Santa Teresa de Jesús y Santa Catalina de Alejandría, patrona de la Diócesis de Salamanca y de los filósofos y teólogos.
Papel en la liturgia
En los tiempos de su creación, el coro era “esencial”, en palabras de Jesús Terradillos, “para la liturgia. Sin embargo, con el cambio de esta en el año 1965, “se cambió, el coro quedó en desuso”.
Con la nueva iluminación, además de poder apreciarse con mayor nitidez la riqueza de las tallas del coro, también se verán mejor sus órganos barrocos, “ya que ilumina toda esa zona de la nave”, aclara este canónigo.
En cuanto al uso actual del coro, como detalla Terradillos, “se colocan allí los coros que participan en las eucaristías, y e el ciclo pascual, tiene lugar allí la liturgia de las horas, además de algún acto que nos piden permiso para hacerlo, como el Poeta ante la Cruz, de la Cofradía del Cristo Yacente. Asimismo, como es tradicional, allí toman posesión los nuevos canónigos, que se suelen ubicar en los estalos de los santos y apóstoles, por antigüedad.